Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


La voz del río Cahabón

06/03/2024

Hay personas a las que merece muchísimo la pena escuchar porque sus testimonios son muy valiosos, didácticos y enriquecedores. Este es el caso de Bernardo Caal Xol,líder indígena q'eqchi' y defensor de los derechos humanos y de la Naturaleza. Un proceso lleno de irregularidades le condujo a la cárcel, en la que permaneció durante cuatro años. Su delito fue denunciar ilegalidades en el otorgamiento de licencias ambientales y concesiones para la construcción de megaproyectos hidroeléctricos en el río Cahabón. Él siempre ha defendido que para llevar a cabo la realización de esas obras había que realizar una consulta previa las comunidades indígenas afectadas por ellas.

Para estas personas los ríos son sagrados y determinan su modo de vida y él ha arriesgado su libertad y su integridad para defender esta seña de identidad de su pueblo.

De la mano de Amnistía Internacional pudimos escucharle en nuestra ciudad. Esta ONG uno se hizo de eco de las injusticias que sufría Bernardo, llevó a cabo una campaña global para su liberación y lo declaró preso de conciencia en 2020.

Bernardo nos habló con el corazón en la mano. Nos transmitió la inmensa tristeza que le provocó privarse de cuatro años de la infancia de sus hijas de esta manera tan atroz e injusta, sin poder contarles cuentos por las noches, por ejemplo. Además nos contó cómo había llegado a pensar que si no hubiese estudiado ni hubiese tenido una voz crítica no hubiera sufrido ese cautiverio y hubiera vivido libre, como muchos de sus vecinos.

Cuando empezó su lucha le despidieron de su trabajo de maestro nacional, al cual había accedido tras estudiar la carrera de magisterio con mucho esfuerzo. Era desgarrador y hermoso escuchar cómo, para poder asistir a la universidad, debió andar durante dos días seguidos con su padre para llegar al pueblo donde tenía que estudiar. Allí permanecía, renunciando a estar con su familia, hasta que finalizaba cada curso.

A pesar de la dureza también nos transmitió que salió de la cárcel con más fuerza y ganas para seguir luchando para que se oiga la voz de su pueblo.

Desde la prisión pudo ser consciente de la repercusión que su caso estaba teniendo fuera de su país y este hecho le infundió mucha energía para seguir adelante.

Es, sin duda alguna, admirable su lucha, su fe y firme defensa de las creencias y los derechos de su pueblo que tanto cuida a sus ríos . Él ha peleado y pelea sin descanso para que se respete la legislación internacional que consagra el derecho de los pueblos indígenas a dar su consentimiento libre, previo e informado a cualquier proyecto en sus territorios.

Este grito de amor a la naturaleza y de protección de sus aguas y tierras debería ser considerado puesto que forma parte de la identidad de estas comunidades, de su ADN, es su patrimonio natural y nadie ajeno debería explotarlo sin contar con su aprobación.

Voces como la de Bernardo áun llenas de compromiso, a pesar de todo el sufrimiento padecido, son un tesoro y dibujan un destello de esperanza en las sinrazón que, demasiadas veces, no deja ver claro el horizonte.