Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


Metaverso o cuál es nuestra realidad

29/11/2023

Debe ser curioso contemplar cómo unas cuantas personas, con unas gafas puestas, en una habitación despejada de mobiliario, se mueven como si estuviesen sorteando obstáculos. 
Quien los contemple, con la seguridad de que la sala es nítida y sabiendo que no hay escalones ni muebles mal colocados, pensaría que están en otro mundo. Efectivamente, eso es el metaverso, otro mundo. 
Busco definiciones del mismo y encuentro que se define como «una réplica del mundo real en virtual», o «un universo posrealidad, un entorno multiusuario perpetuo y persistente que fusiona la realidad física con la virtualidad digital».
Confieso que cuando he tenido alguna experiencia en este otro universo me he sentido bastante confusa. A mi alrededor las personas se convertían en cabezas flotantes que, de vez en cuando, subían o bajaban unas manos blancas y carecían de tronco o piernas. 
Yo paseaba, o más bien lo intentaba, entre las casas y calles de la ciudad de Pompeya, mientras mis pies no sabían si andaban sobre esos adoquines o sobre el suelo liso de una sala del Matadero de Madrid. De algún modo se podía adivinar, por alguna conversación que se oía, que la gente de mi alrededor también iba transitando por el metaverso con dudas muy parecidas a las mías y con los mismos temores. No nos quedaba muy claro si lo que veíamos en nuestras gafas era exactamente el suelo por el que realmente caminábamos o no. Y tampoco, pese a las indicaciones recibidas, éramos capaces de saber si las puertas que veíamos correspondían a puertas reales o virtuales y si debíamos atravesarlas o no. Sinceramente, creo que nos daba cierto temor poder chocar con alguna de ellas, aunque estas no existieran en la sala donde nos encontrábamos. Este hecho me llevó a reflexionar sobre el miedo que nos da abandonar nuestros terrenos conocidos.
Supongo que al cerebro le cuesta superponer estas dos realidades y aún no nos resulta fácil salir de la 'realidad real' para habitar en la virtual.
Es asombroso cómo ese objeto, las gafas de realidad virtual, nos permiten realizar un viaje a otro mundo de un modo tan efectivo, puesto que todo lo que nos rodea queda borrado cuando nos las ponemos.
En ese momento unas imágenes cuidadosamente elaboradas nos conducen a sentirnos como si fuésemos habitantes de otras épocas y países y son capaces de hacer desaparecer el momento presente.
Sin duda alguna se trata de una tecnología apasionante que cambiará muchos aspectos de nuestros entornos sociales y laborales. 
Ojalá, en el momento tan complicado que vivimos, tuvieran el mágico efecto de transportar a las víctimas de las guerras, por ejemplo, a otro universo donde la paz fuera posible.