Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


¿Fue un fantasma?

20/04/2022

El ghosting, derivado de ghost (del inglés, fantasma) consiste en terminar una relación afectiva cortando todo contacto con la persona en cuestión y sin darle ninguna explicación.
Este fenómeno es hoy día, debido al auge de las redes sociales, demasiado frecuente. Lo escuchaba ayer en una noticia, en la cual entrevistaban a una psicóloga que hablaba del grave daño que causa en la salud emocional de la persona que lo sufre. 
Tras las pantallas hay quien se siente mucho más valiente tanto para halagar a alguien y ligar como para despedirse a la francesa, cuando no interesa avanzar en una relación. Pero no se repara, entonces, en el dolor que se causa al receptor o receptora de ese incomprensible adiós.
Escuchaba yo que se relaciona esta manera de cerrar una amistad o amor con la superficialidad de las relaciones en nuestra sociedad actual. Hay mucha gente que busca algo rápido e inmediato y no tiene ningún problema en marcharse, una vez se ha conseguido o si no se está interesado en lo que se ha conocido. 
Pero hay que entender a la otra persona y ponerse, como siempre deberíamos hacer, en su lugar.
Hay quien, aunque sea virtualmente, necesita de esa compañía o charlas a través de la pantalla y, aunque no haya conocido personalmente a una persona, puede empezar a enamorarse o sentirse acompañada a través de las redes. Entonces sentirá que tiene una relación y, del modo que sea, establecerá códigos que le acercan a ese hombre o mujer que ha despertado sus sentimientos. Por eso, a la hora de romper, sufrirá igualmente que si se tratase de una amistad o noviazgo de los considerados, hasta ahora, como tradicionales. Y, por supuesto, si esa ruptura se produce mediante una desaparición sin aviso ni señales previas, el daño causado puede ser muy profundo e incluso necesitar algún tratamiento para superarlo. 
En un artículo sobre este fenómeno he leído que, buscando la causa del mismo, algunas víctimas tienden a considerar que se lo merecen y les ha pasado por algo que han hecho mal. Para evitarlo es fundamental tener los pies en la tierra a la hora de conocer a alguien de forma virtual e intentar averiguar si esa persona es 'de verdad' y no algún conocido o conocida que se esconde en otros perfiles o asegurarse, en la medida en que se pueda, de que no son perfiles falsos.
La soledad o la necesidad de estar con alguien pueden empujar a confiar en unas cuantas buenas palabras que nos escriban en un chat y, ante la vulnerabilidad, se corre el peligro de sufrir ghosting, estafas, timos…
Ante el auge de este fenómeno se recomienda también intentar volver a las tradicionales formas de conocer a gente, de modo personal. Aunque también se puede engañar ahí ya sabemos que en las miradas, el tono de voz, los gestos y en otros muchos aspectos que se aprecian 'en directo' puede tenerse más información de las personas.

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