Amigo Sancho, espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios. 
Tiempo ha, cuando España sobrevivía en blanco y negro, al genial Berlanga se le ocurrió rodar una película titulada ‘Bienvenido, Míster Marshall’. Estoy convencido de que el 90 % de las personas que lean esta carta esta mañana recuerdan el argumento de la misma, que consistía, brevemente, en la ilusión de un pueblo que esperaba una importante ayuda económica para sacar adelante la vida de los convecinos. Mañana por la tarde se va a ‘rodar’ una cinta parecida en el argumento a la que acabo de comentar, y es que los socios del CD Manchego deben entender que hay que apoyar la idea de los inversores venidos de Málaga y encabezados por José Juan Bedoya, que resolverían de una vez por todas los problemas económicos del primer equipo de nuestra ciudad, convirtiendo el club en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) que, reitero, terminaría con las apreturas financieras que el club, con distintas denomianciones, ha padecido durante los últimos 80 años.
Todos recordamos que la economía del Manchego siempre ha estado en manos de los mecenas locales; unos eran doctores, otros empresarios de la construcción, otros simplemente ahorradores. Personas que no querían que su equipo desapareciese y aportaban su pecunio particular para sacarlo adelante. Por ello, la conversión del club en SAD sería lo mejor que le podría pasar al fútbol capitalino.
Espero que mañana el ‘Poli’ esté lleno de aficionados para dar el apoyo oportuno a esta importante y trascendental idea, si queremos que haya fútbol en nuestra ciudad sin más problemas económicos. ¡Todos a la asamblea!
Bueno, Sancho, nada más por hoy. Recibe un abrazo de éste tu amigo que lo es.