Amigo Sancho. Espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios. 
Después de unas largas vacaciones y forzadas por las circunstancias sanitarias, de nuevo me dirijo a ti para mantener el conctacto que tuvimos en tiempos pasados. Quiero dar las gracias, en primer lugar, a los encargados de la sección de Deportes de este periódico, Edu y Manolo, que han tenido a bien invitarme a seguir  participando en esta sección.
También quiero agradece al CD Manchego su idea de elegir como segunda equipación la que en su día vistieron y honraron aquellos jugadores que fundaron un 15 de octubre de 1923 un equipo al cual le llamaron ‘los once negros’, denominación derivada del color de su equipación, absolutamente negra. Fue un club que no tenía socios, salvo los propios jugadores, con nombres como Ángel Beberide, el capitán Carlos Pérez, o Carlos Greco, que tenía la misión de inflar los balones. Por aquella época no había campos de fútbol en Ciudad Real y cuando el periódico organizó un trofeo local, los once negros se tuvieron que desplazar a jugar los partidos a Miguelturra. Ganaron el torneo, pero nunca pudieron exhibir su trofeo porque nunca se lo entregaron. Sin lugar a dudas, este nombre ha perdurado en la memoria de algunos aficionados y sirvió de base para que este deporte arraigara en la ciudad. 
Hablando ya del presente, el pasado domingo el Manchego empató en Manzanares, cediendo dos puntos en los últimos minutos, a pesar del buen fútbol desarrollado. Pero el no haber podido entrenar por la cuarentena les pasó factura en el aspecto físico. Este empate nos debe servir para repetir este buen juego frente al Balazote e intentar lograr la primera victoria.
Bueno Sancho, nada más por hoy, recibe un abrazo de éste tu amigo que lo es.