Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


Lo que somos y hemos sido

19/05/2021

El protagonista de la última novela de Javier Marías es un espía, Tomás Nevinson, cuyo nombre da título a esta espectacular obra. A él se le encarga una nueva misión: descubrir a una ex terrorista de entre tres posibles sospechosas.
Para llevar a cabo esta tarea él cambia de aspecto, se muda a la ciudad donde viven ellas y, por supuesto, toma una nueva identidad y realiza, a diario, un trabajo ‘oficial’ que levanta pocas reticencias. Ni que decir tiene que sus tres sospechosas también están llevando una vida diferente a la que tenían con anterioridad y sus nombres y apellidos son distintos a los que tenían antes. 
Confieso que estoy en plena lectura y absolutamente enganchada a ella. Siempre me ha gustado mucho cómo escribe Marías, quien sería un buen merecedor del Nobel.
Me fascina cómo escribe por lo mucho que hace reflexionar con su manera de narrar y describir y también por los temas que aborda.
La lectura de estas páginas me lleva a pensar en quiénes somos o quiénes hemos sido antes. Se nos habla de personajes que han debido cambiar todo en ellos bien sea por sus delicadas misiones, por supervivencia o por la necesidad de huir de las acciones horribles de su pasado. Y todos sabemos que esto ha sucedido y sucede, muchas veces, en la vida de cada día. Y cabe pensar quiénes se considerarían ellos mismos, si los que son ahora o los que fueron en esa etapa anterior.
Evidentemente hay personas que no pueden desvelar a qué se dedican ya sea porque sus vidas profesionales son absolutamente respetuosas pero muy delicadas o porque, al contrario, se trate de vidas turbias que, de ser descubiertas, pudieran conducirles a la cárcel o al cementerio. 
Si nos cruzásemos con ellos o ellas y los tuviéramos cerca nos parecería que sus rutinas son parecidas a las nuestras y que no ocultan nada.
Se dice que todos tenemos tres vidas: «Una pública, una privada y una inconfesable» y aunque, en alguna gente nunca nos imaginaríamos la última de estas, por su supuesta transparencia, puede que este dicho funcione más de lo que imaginamos.
Muchas veces hemos visto declaraciones de vecinos o familiares de criminales diciendo que eran personas pacíficas, que nunca habían dado problemas previamente, por ejemplo.
Está claro que vivir no es fácil, que cada uno hace lo que puede o lo que le han enseñado, pero también que debemos procurar estar en paz con nosotros mismos y poder dormir con las conciencias tranquilas.
La literatura nos hace reflexionar sobre diferentes ámbitos de la realidad y, en este caso, Javier Marías nos lleva a mirarnos a nuestro interior, a pensar quiénes somos, de verdad, o hasta qué punto podríamos fingir ser otros.