José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Octogenarios

29/06/2022

El dato cierto del envejecimiento creciente de la población no es solo un recurso estadístico, sino un lugar de llegada de cada vez más individuos, merced a la dilatación de la llamada esperanza de vida. Otra cosa será el estado en que se arribe a los tramos finales de la vida. Por ello, llama la atención el estado en el que llegan algunos de ellos a las cimas –para algunos, precipicios de la edad–. Pese al paso inexorable de los años y a la erosión evidente en las vidas atentas y en las vidas distraídas, hay una nómina activa y encomiable de octogenarios que dan envidia por su actividad, por su ejemplo vital y por su feliz permanencia. 
Hace escasos días, inauguraba en su Puertollano natal –Museo García Rodero– la exposición '70 años de pintura', Manuel Prior (Puertollano, 1933) y días atrás abría en Camuñas su renovada serie pictórica sobre el Corpus de la misma localidad. Muestra que ya había sido expuesta en Almagro –Galería Fúcares, 1980– y en Toledo –Biblioteca Regional de CLM, 2016–. Algo parecido en la actividad pictórica ha ocurrido con Alex Katz (New York, 1927), con la exposición recién inaugurada en el museo Thyssen de Madrid, a la friolera de 94 años. Katz sostiene, como lo hace Prior, que sigue pintando todos los días con desigual intensidad. No con la misma intensidad del pasado –el último de ellos sostiene que los grandes formatos se les resisten a sus 89 años–, pero no tanto los pequeños.
El pasado día 9, Rafael Moneo (Tudela 1937) recibía el reconocimiento del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha, a toda su dilatada y reconocida trayectoria, donde se encuentran reconocimientos como el Pritzker en 1996, la medalla de oro de la Arquitectura del CSCA en 2006, el Príncipe de Asturias en 2012 y el Premio Nacional en 2015. Aparte de todo ello, Rafael Moneo nos acaba de regalar un pequeño texto que es una pequeña joya. Me refiero a Sobre Ronchamp (2022), que desde su brevedad elocuente ejemplifica la creciente claridad de su magisterio y la bonhomía de su andanza humana. El más joven de todos los citados en este grupo de octogenarios y más, es Óscar Tusquets (Barcelona, 1941), que ya había perorado anteriormente sobre el paso de los años y sus inconvenientes en su divertido trabajo: Vivir no es tan divertido, y envejecer un coñazo (2021), y que vuelve ahora a reclamar nuestra atención con otra nueva entrega libresca. Puede decirse que Tusquets a la vejez nos regala continuamente, libros y recuerdos Ahora 'Sin figuración, poca diversión y otras certezas'.