José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Siglas e hipocorísticos

05/07/2023

Todos los partidos y formaciones políticas –o casi todos, como iremos viendo– tienen la posibilidad de ser conocidos y nombrados –de hecho, así lo son mayoritariamente– por su propio nombre o por las siglas de esa denominación. Da igual que hablemos del PSOE –Partido Socialista Obrero Español–, del PP –Partido Popular–, del PNV –Partido Nacionalista Vasco– o de UP –Unidas Podemos–. Aquí la complicación la tuvo que soportar Podemos en su soltería, antes de la coalición con Izquierda Unida, que ya era IU – y que había sido antes tanto el PCE como Partido Comunista de España–, porque esa denominación de Podemos no aceptaba sigla alguna en sustitución de su marca. Esto es, no aceptaba al signo lingüístico formado con las letras iniciales de los términos que integran una expresión compleja –que eso es una sigla–. 
Demostrando con ello que los partidos surgidos tras la inflexión de 2013-2015, tienen dificultades crecientes para construir y visibilizar sus siglas, y por ende complican sus denominaciones y nombramientos. Hemos visto el caso de Podemos. Igual podríamos decir con el hoy partido cadavérico Ciudadanos, –resuelto con un apóstrofe para dar un abreviado C's–. Algo parecido podremos decir de Vox, que no sé si ya es una sigla en sí misma, o carece de denominación extendida y, por tanto, prevalece el sintético Vox, que no deja de ser sino voz en latín. Lo más próximo es el antecedente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, Denaes, presidida por Abascal, pero nombre carente de atractivo electoral –más parecería un dentífrico o un colutorio que una marca política– y de gancho comunicativo. 
Y algo parecido ocurre con la última plataforma nacida bajo el nombre de Sumar. En su favor, se nos señala que no es, propiamente, un partido, por lo que carecería de los rigores nominales de estas agrupaciones, por lo que sus siglas quedarían reducidas a S+, que más parece un programa científico o una nueva cadena de televisión a la carta. Al no ser un partido a la manera tradicional, sino una plataforma, una coalición, un frente amplio o una confluencia, que de todo se ha dicho, las reglas nominales aplicables al nombre parecen ser otras. Más próximas, por tanto, al hipocorístico –del griego hypokoristikós 'diminutivo'–, que son aquellos apelativos cariñosos, familiares o eufemísticos usados para suplantar a un nombre real. Pero claro, si S+ es la sigla de Sumar se estaría cuestionando la relación de la propuesta aditiva que expresa Sumar con el empequeñecimiento de todo diminutivo, de todo hipocorístico.