Aunque las cosas no salgan como uno quiera pueden tener un feliz final». Leí esta frase una, dos, hasta tres veces. Reflexioné y pensé que cuánta razón había en esas palabras. Están escritas en el libro La vida que hay en ti, del ginecólogo Jackie Calleja y la matrona Abigail Núñez de Arenas. Según fui avanzando en esta lectura, entendí el porqué de esta afirmación y el motivo de esa esperanza que llega tras no dejarse vencer ante los imprevistos de la vida. Porque ayudar a una madre a traer a su bebé al mundo es algo hermoso y satisfactorio, pero no exento de riesgos y dificultades. Porque todo va bien, hasta que, de pronto, deja de ir y entonces sólo hay tiempo para una cosa: no perderlo.
No fue casualidad que esta obra llegara a mis manos, pero eso no importa. Estas páginas son como esos regalos sorpresa que te van emocionando según los vas abriendo y que te encantan. Cuando uno está fuera de su tierra, de forma inconsciente, aprecia más lo que de ella viene. Quizá por eso descubrir que Abigail era daimieleña, y saber de la lucha hasta fundar la clínica Bmum y su éxito, fue un aliciente más para sumergirme en este libro. Empecé sin pretenderlo a ser parte de las historias de las protagonistas y sus bebés; a sentir el hilo tan fino del que pende la vida, a veces tan frágil como la seda; y a entender la importancia de quienes con entrega y amor lo cuidan para que no se rompa. Sentí ese escalofrío que el propio doctor describe cuando se toma conciencia de que la vida cambia en un instante.
Detrás de Soledad, Belén, Valeria, Cristina, Andrea, Paloma… además de una vivencia real, con sus particularidades, sentimientos, miedos, con la alegría del nacimiento de un hijo, hay una pequeña lección médica sobre cada caso y esos datos que tanto gustan a los periodistas: hemorragia posparto, hipoxia neonatal, rotura de las membranas ovulares, aborto espontáneo, rotura uterina, preeclampsia… Curvas peligrosas que muestran el precipicio al que se puede caer y la lucha por la vida.
Pero hay mucho más. Hay dos grandes corazones, el del Dr. Calleja y la matrona Núñez de Arenas, que han quedado al descubierto; que no ocultan que antes del éxito hubo también desesperación, frustración, miedos; que de los errores se aprende; que compartir y respetar son verbos esenciales; que no se deja de crecer y emocionarse; y que, en muchas ocasiones, la medicina que cura y devuelve la esperanza «es la escucha, la paciencia, la caricia sobre una mano que tiembla».
Esta pareja tiene una cita importante: Daimiel, donde Abi ha crecido, donde aprendió de su padre, médico, qué significa cercanía, la palabra justa cuando la incertidumbre se empeña en retarnos. Presentarán este libro junto al alcalde, Leopoldo Sierra, y otro paisano, Javier García-Luengo. Hoy, el doctor y la matrona, como tantas veces, serán Jackie y Abi, que regresan para recordarnos que el amor por lo que uno hace es el mejor camino para alcanzar el sueño.