Blessed Cecilia, appear in visions

To all musicians, appear and inspire

Bendita Cecilia, aparécete en visiones

A todos los músicos, aparécete e inspira

(Fragmento del texto de W.H. Auden

para la composición de Benjamin Britten 

Hymn to St. Cecilia)

La celebración del día de santa Cecilia es algo muy especial para los músicos. Si tuviéramos que definirlo de alguna manera quizá diríamos que es un día para compartir, un día en el que la música debe mostrar una de sus características más notables: su formidable capacidad de establecer relaciones sociales. 

Por esta razón nuestras escuelas de música, nuestros conservatorios, nuestras orquestas y nuestras agrupaciones musicales de todo tipo, se abren de par en par a todos los que quieran conocerlas y comparten conciertos y actividades en un acogedor abrazo musical.

Un abrazo musical que nos gustaría dar muy especialmente a los músicos que han tenido que abandonar esta comunidad autónoma por la falta de ofertas de trabajo de calidad, con la tremenda pérdida de talento que esto supone  y a los que nos gustaría decirles que su recuperación para la sociedad castellano-manchega debe ser una prioridad ineludible.

Esta festividad debe servir también para reflexionar colectivamente sobre la música y su relación con la sociedad que la sostiene y disfruta. Esto incluye, necesariamente, la puesta en común de las políticas culturales que la afectan. No es un tema sencillo, puesto que abarca desde la evaluación de cuestiones económicas, como las contenidas en las modificaciones de la ley de mecenazgo que entrarán en vigor en el mes de enero del próximo año, a la valoración de cuestiones sociales, educativas y laborales.

En este sentido hay que recordar que valorar y evaluar no es enumerar ufanamente lo que se hace o deja de hacer, sino tener conocimiento de lo hecho y, a partir de este conocimiento, establecer criterios y razones que guíen lo por hacer.  Es, por tanto, imprescindible poner en común, de una forma estructurada y con los músicos, con sus asociaciones, con sus agrupaciones y sus entidades representativas, estas políticas y las evaluaciones de las mismas. De este proceso estructurado deben surgir las prioridades de las políticas musicales, lo que debe ser asumido por los responsables de las mismas como una guía y un camino a seguir.

En un día como este, tampoco podemos dejar de recordar que nuestra comunidad autónoma es la única de las pluriprovinciales que no posee una orquesta sinfónica de titularidad pública. Creo que ya es hora de plantear seriamente esta carencia, que debe encajarse con la actividad y fomento de las orquestas de iniciativa privada que existen en nuestra comunidad en el marco de una política musical estructurada, coherente, de calidad y con relevancia social.

Por todo lo anterior, hoy es un día para pedir que santa Cecilia inspire no solo a los músicos, sino también a los responsables de las políticas culturales que les afectan.  Confiemos en ello y esperemos que en la próxima celebración de la santa podamos decir a la sociedad castellano-manchega que, en lo que se refiere a la música orquestal, esta comunidad autónoma está a la altura musical que le corresponde y a los músicos, tanto a  los que viven junto a nosotros como a los que han tenido que dejarnos por motivos profesionales, que el reconocimiento, la valoración y la recuperación de nuestro talento musical ha comenzado a ser un hecho.