Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Es hora de aprovechar lo que resta

18/01/2024

No se sabe, pese a la trascendencia que puede tener el asunto, y que en verdad parece que ya está sucediendo, lo que me atrevo a calificar como incongruencia social de cobertera mundial, independientemente del papel que esta especie de pandemia 2024, y vecinos, pueda terminar causando a la humanidad que viva y piense en el momento. Momento que, como se apunta en las primeras líneas, ya se está viviendo con intensidad palpable. Esta situación, a mí, al menos, se me antoja como la reordenación y reactivación de un mundo que, por herencia de los grandes acontecimientos acaecidos en el siglo XX, empezando nada menos que por dos guerras mundiales, debía, y ahora lo hace visible, exteriorizar, como la Tierra tras las grandes erupciones volcánicas, lo que de bueno y malo -¡esperemos que mucho más bueno que malo!- nos había dejado en herencias oculta el citado y terrorífico siglo XX. 
Muertas, destruidas, aniquiladas, como suele ocurrir en las guerras, habían quedado personas, animales, cosas y bienes de todo tipo, sin que pareciese que de aquella nada espectacular, pudiese quedar algo para la posteridad. Pero sí quedó, claro que quedó, y ya lo estamos sobrellevando, por no decir disfrutando, que cada cual puede verlo y vivirlo como guste, siempre que anteponga a casi todos los valores buenos heredados de la filosofía del XXI. Ejemplo claro es el afianzamiento de la democracia y la libertad durante la última mitad del XX. Ello, sin olvidar las grandes cárceles para la libertad, implantadas a sangre, fuego y falsedad, en y por los territorios comunistizados
Ahora, sin rigor científico alguno, parecía haber llegado el tiempo cronológico de la más actual de las aglomeraciones, ya que tanto el ciclo prebélico, hasta su finalización en 1945, como el que ya hemos empezado a vivir, hasta que… se está viviendo con inexplicable sosiego, si es que a las situaciones iniciadas en los últimos meses con las manigüeras en Palestina, con la pandemia, pueden demandar para sí, una cierta dosis de normalidad, sosiego, tranquilidad, o cosas así. Pero no. Las gentes, que van heredando cosas, pensamientos, obligaciones, están abiertas, de manera decidida y rabiosa, a heredar regímenes políticos y todo lo que dimane de ellos. Los ejemplos de Suecia, Hungría, Italia, Austria, etc..., países de probada calidad democrática son un ejemplo claro de lo dicho. Por eso el ejemplo de España y sus gobiernos socialistas, en los que se pacta hasta con el Luci y se trabaja con algunos documentos, de orientación, al parecer removidos, quedan tan mal y tan escasamente democráticos todo. Ósea: que lo de Ponga un Tezanos en su mesa, mola.