Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


El PSOE, al menos, está destruyendo pantanos

04/05/2023

Ahora resulta que el Gobierno de España, ese invento, porque a la vista de lo visto en las últimas horas, lo de España, el Gobierno de España, en la política de España, más todo lo que ustedes quieran añadir referido a España, resulta que es, o así lo parece al menos, un cachondeo. ¡Sí señoras, por respeto que no porque lo diga la ley de la Montero, y señores, machos y hembras, que es lo que me dicen la realidad, la verdad, la vista, los años, el ojeo de especímenes desnudos de ambas especies, insisto, realidades, que no inventos de gentes de oportunidad, como el caso y las/los protagonistas de todo el tinglado que en España, el cachondeo está servido, se ha montado en los últimos 30-35 años, de la mano de gentes y grupos que han sabido sacar billete y subirse a trenes que, al contrario que los de ahora, llegan a puertos aunque sea a puertos que dejan muchísimo que desear. 
Y de estas gentes y de estos grupos abrumadoramente de izquierdas, de los que en verdad, en mi verdad, que es la única que puedo transmitir, pues otra cosa sería escandaloso ejemplo de falta de honradez y de honor, surgen, gracias a Dios, sólo de vez en cuando, especímenes que, como en el caso de los últimos Gobiernos de España, -confieso que sólo sé lo oído en informativos y entrevista de estos últimos dos o tres días- que mostrando una mega preocupación, yo pienso que aparente, solo aparente, por la sequía y la alarmante y rabiosa, escandalosamente rabiosa falta de agua que nos amenaza a todos, están llevando a cabo una asesina política hídrica a todos los niveles y en todos los escenarios, política ésta que, alcance a quién alcance y se lleve por delante a quién se lleve, empezando por los presidentes y cabezas visibles de los grupos que conocen el asunto y callan  -rojos, azules, verdes o morados- y siguiendo por una reacción de la ciudadanía, incluidos los bien mandados y mejor pagados sindicatos, que arrasase con todo el manganicio, del verbo mangar, instalado en España, y estableciese normas de limpieza democrática que, hoy por hoy, no existen, o, lo que es más peor y más sonrojante, existen, pero no se aplican ni cumplen en alto porcentaje.
Y es que, ya sabrán que en este país, España, en el que estamos prestos a empezar a ver cómo se están muriendo de sed los seres humanos, las diferentes cabañas ganaderas, la fauna salvaje, los campos, las sierras y hasta las más altas cimas, y seguramente más adelante haya más y más duro, los gobiernos, los políticos, los técnicos que para ellos trabajan…, están dinamitando y volando presas de pantanos más que servibles y utilizables. Es, o no, inconcebible esto. Esto, esta inaceptable retirada de las pastillas de emergencia al enfermo, este romper el botijo del que necesita beber el segador, o el minero, o el pastor, no tiene, en mi vocabulario nada más que el apelativo de crimen de lesa patria. Comprendo que nuestros demócratas de la ¿eficacia? no quieran construir presas nuevas, ya que el guía y maestro de este empeño fue Franco, Paco Pantanos que le decían, pero de esto, de retirar el tratamiento de quien está más cerca de la muerte que de la vida hay una diferencia que no puede ser justificada. Todos los responsables de esta sigilosa y semisecreta política de destrucción de pantanos debe tener una muy dura respuesta por parte de los ciudadanos, de la sociedad, que son los que, más pronto que tarde, parece que lo van a pagar.