La Guardia Civil libera a una víctima de explotación sexual

La Tribuna de Ciudad Real
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Los agentes detuvieron al dueño del club de alterne y al vigilante aunque unos días después fue archivada la causa el 5 de febrero por entender el juez que no quedaban mínimamente acreditados los hechos

La Guardia Civil libera a una víctima de explotación sexual

La Guardia Civil ha liberado a una víctima de explotación sexual de un club de alterne de la provincia de Ciudad Real. Esta investigación comenzó cuando la patrulla que se encontraba de servicio recibió un aviso en el que una mujer solicitaba auxilio argumentando que estaba retenida contra su voluntad en este establecimiento.

Una vez que los agentes de la Guardia Civil se personaron en el lugar, ella les informó de que ejercía la prostitución en ese lugar, del que no le permitían sacar sus cosas porque tenía una supuesta deuda con el propietario, por lo que le retiró la llave de su habitación.

Ante la envergadura de estos hechos, la investigación se puso en manos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, concretamente del Emume, sección especializada en investigar delitos sobre mujeres y menores, investigación que derivó en que se trataba de una víctima de explotación sexual.

Según relató la víctima a la Guardia Civil, era obligada a trabajar todos los días, pudiendo descansar tan solo una jornada al mes. Asimismo, el propietario del club, por cada día por alojamiento y manutención, le cobraba 60 euros y además por consumo de cocaína otros 60 más, se produjera este o no, por lo que acumulaba una deuda que ya no podía pagar.

Además de esto, informa la Benemérita en una nota de prensa, la mujer denuncia que era obligada a mantener relaciones sexuales con el propietario y con los amigos del vigilante de seguridad, debiendo aceptar por "la intimidación, maltratos físicos y vejatorios por parte de los clientes".

Ante estos hechos, se llevó a cabo la detención tanto del dueño del club de alterne como del vigilante de seguridad por un delito de prostitución y explotación sexual.

Según ha podido saber este periódico, en un auto de diligencias previas del Juzgado de 1ª Instancia fechado el 5 de febrero, el magistrado decreta el sobreseimiento y archivo de las actuaciones. El juez Antonio Mejía Rivera entiende, tras la denuncia presentada el 28 de enero, que no queda "mínimamente acreditado los hechos denunciados". El auto recoge que "durante su ausencia, en ningún momento -sostuvo en su declaración- fue seguida hasta Valencia por los hoy denunciados". 

En este mismo escrito se reconoce que la supuesta víctima recaló "libremente" en el club de alterne y que "se marchó libremente con un novio a Valencia". Tras, al parecer romper con éste, regresó al club "de donde podía salir y entrar con sus amigas a la hora que quisiera" y que trascurridos unos días después denunció que estaba retenida. Es más, la propia víctima en su declaración, según el auto, "sostuvo de forma reiterada que en ningún momento se le ha obligado a ello por parte de los investigados". 

La víctima solo llegó a verbalizar en la declaración presuntas amenazas por parte de los investigados de denuciarle para que la echarán de España y ella reconocío que "está en nuestro país de forma irregular, sin permiso de residencia y trabajo desde que llegó hace unos dos años, pese a estar -sostuvo- casada con un ciudadano francés".