Doble calvario para Ventu

Eduardo Gómez
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El argentino, capitán del Manchego la pasada campaña, juega ahora en La Solana, que caería a Preferente si los blanquiazules bajan

Ventu, con su hijo Bruno en brazos, en la celebración del campeonato de la pasada campaña. - Foto: Juan Gallardo

Luciano Venturini vive con doble incertidumbre estos días. El Manchego, club del que fue capitán la pasada campaña, siendo uno de los artífices del ascenso a Segunda RFEF, y en el que trabaja su mujer, Sole, se juega la permanencia en la categoría y eso afecta al que ha sido su equipo esta campaña, La Solana, adonde llegó junto a Armindo, técnico que le conocía muy bien de su paso por el equipo blanquiazul.

Si el Manchego desciende, arrastra a La Solana a Primera Preferente, pero si el conjunto blanquiazul se mantiene, La Solana volverá a jugar una campaña más en Tercera.

El defensa argentino fue un aficionado más el pasado domingo en el Polideportivo Juan Carlos I, pues luego por la tarde no podía jugar con La Solana la última jornada de Liga en Tercera en el Paquito Giménez de Socuéllamos debido a una sanción por acumulación de amonestaciones. De hecho, ha sido el único partido que se ha perdido en toda la temporada con el equipo amarillo, que perdió por 2-1 y quedó relegado a esa posición de posible arrastre.

Ventu se encuentra muy a gusto con su familia en Ciudad Real y tuvo la oportunidad en este encuentro de ida de saludar a muchos amigos. Ataviado con una bandera del Manchego como un aficionado más, vivió el choque «con tranquilidad», junto a otro exjugador del Manchego como Verdú, que formó parte de la plantilla hasta el mercado invernal. Y es que el argentino dejó grandes amigos tanto en la plantilla como entre los aficionados.

«Soy optimista, creo que el Manchego se va a salvar. El Real Avilés tendrá que jugar de una manera más ofensiva en su estadio y ahí el Manchego encontrará espacios, que es donde resulta más peligroso», analiza. 

Desde la grada, calificó el partido de ida como «aburrido, ya que pasaron pocas cosas. En los partidos de ida de estas eliminatorias es lo que suele ocurrir. El Manchego arriesgó algo más y ellos estuvieron más cerrados».

Para el argentino, el tema de los arrastres por descensos desde categorías superiores «es injusto», pero no quiere excusas porque «las reglas del juego ya sabíamos las que son. El año que yo vine al Manchego hubo tres arrastres y eso me pareció una locura. Es algo que no comparto, como que no exista la obligación de tener una ambulancia o que las paredes de los estadios no tengan protección, pues me parece muy peligroso», explica.

Asegura que toda la plantilla de La Solana está con el Manchego tras una campaña en la que «los resultados no han sido los esperados» para los amarillos. Por todo ello, confía en que la temporada pueda terminar en la permanencia de ambos.