Evitar que la historia se repita

M. Lillo
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La rotura del emisario ya supuso en 2005 que garajes y trasteros se anegaran de agua

Evitar que la historia se repita

En el año 2005, muchos garajes y trasteros se vieron anegados de aguas fecales, una situación que fue consecuencia de una rotura en el emisario general y que dio lugar a un arduo proceso primero para localizar el punto exacto de la avería y después para llevar a cabo su desdoblamiento. 

La rotura supuso un agujero de siete millones de euros de inversión para su arreglo de emergencia y 29 más para las cuentas la capital, 58 si se suma la aportación de municipios limítrofes, para cambiar por completo cómo se gestionan las aguas residuales, con una nueva EDAR y el desdoblamiento del emisario para mancomunar la gestión de las aguas. 

Sin embargo, sólo se actuó en esta tubería de los años 50 o 60 que discurre paralela a la carretera de Piedrabuena desde el punto donde se detectó la avería hasta la nueva EDAR, a los pies del cerro de Alarcos. No se tocó el tramo que abarca desde donde se rompió hasta la ciudad, unos 2,8 kilómetros que presentan desgaste en muchos de sus puntos y que han hecho que el Ayuntamiento hable de que está en un estado «lamentable»

Para que no se repita la historia de 2005, el nuevo equipo de Gobierno ha puesto sobre la mesa la falta de inversiones por parte del anterior equipo de Gobierno, que si bien promovió ciertos aspectos contractuales, no cuajó ni en proyectos definitivos de la envergadura que se requerirían ni la ejecución de las obras propiamente dichas para evitar que Ciudad Real reviva su pasado en relación a la gestión de las aguas fecales.