Ese es el hecho más incontrovertible en esta Feria 2023. Por unas causas o por otras, el coso de la avenida de Juan Pérez Ayala -insigne crítico de nuestra provincia- no abrirá sus puertas con motivo de su Feria y fiestas en honor de la Virgen del Prado. Una feria que seguirá devaluada por la falta de festejos taurinos. Una capital de provincias como es la nuestra, nunca faltaron los toros, la hípica y los buenos vocalistas. Lo demás, es pura filfa.
Cuatro años, se comenzaron muy tarde las obras, en la que ha tenido lugar una reforma integral que aún está pendiente de su finalización. Mucho se ha escrito sobre partidas económicas, ampliaciones, retrasos, azulejos antes de tiempo…hasta llegar a las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. Atrás quedaron los malditos años de pandemia, las denuncias por el estado ruinoso de algunas gradas, la lucha de la Alcaldía por allegar fondos… un inmueble que en su interior estaba en un estado lamentable y al que de vez en cuando le 'lavaban la cara'. Hoy por hoy, mes arriba, mes abajo, está a punto de concluir un proyecto que será nexo de unión entre todos los ciudadanos. Lástima que haya que esperar, pero ya saben aquello de que 'las prisas son para los ladrones y los malos toreros'.
Los aficionados prefieren ver terminado el proyecto y que se den las circunstancias apropiadas para que la reinauguración de la plaza sea por todo lo alto en un momento álgido de la temporada. Vamos a dejarnos de eventos, corridas de rejones o novilladas en el mes de octubre, como se rumorea, cuando esas fechas, vencida la temporada, no son las más idóneas. La capital debe reinaugurar con un cartel de campanillas y con una empresa de postín. En octubre, las figuras andan tomando el avión para América o ya han tomado vacaciones. Ciudad Real merece unos carteles por todo lo alto y no matar la novedad de la reinauguración de la plaza con un festejo de tres al cuarto. El nuevo equipo de Gobierno debería ir preparando el nuevo pliego de condiciones (eso sí es importante) que deberá regir en temporadas venideras y que servirá como piedra de toque para las empresas que opten en el futuro. A este respecto, el nuevo pliego deberá contemplar la realidad de la fiesta y la posibilidad de tener potestad de dar toros a lo largo de toda la temporada, no sólo en el mes de agosto, como se ha hecho en los últimos años coartando la libertad empresarial. Por otro lado, habría que recuperar la corrida de Beneficencia que con tanto éxito organizaba la Diputación Provincial. Ni que decir tiene que los carteles han de confeccionarse con espadas del grupo especial y ganaderías de prestigio, así como exigir al nuevo empresario, la promoción y el fomento de la cultura taurina. ¿Habrá un hueco en los pasillos de la plaza para una biblioteca de tema taurino? Algunos aficionados están dispuestos a donar revistas y recuerdos hacia esa posible hemeroteca.
Nos consta que hay verdadero interés por parte de la concejala encargada del coso, de realizar todos estos proyectos y de tomar la iniciativa. Decíamos el pasado 24 de mayo que nuestra 'monumental' ha recobrado su esplendor. Que la luz se había hecho al final del túnel. Que la anterior alcaldesa Masías, -con algún error inoportuno- había cogido al toro por los cuernos y que el jefe de patrimonio precedente, Nicolás Clavero, también dio el paso adelante. Al César lo que es del César.
Por desgracia no habrá reinauguración en la Feria de agosto, pero una vez pasado el tren, toca remangarse y buscar fechas idóneas. Y dejarnos de anécdotas y prisas por cortar las cintas. Nuestra plaza lo merece.