Se aqueja nuestra privilegiada y mimada izquierda, separatistas todos y demás especímenes de extrema a la cabeza, de la existencia de medios de comunicación que no son favorables a las izquierdas, insisto, y que van desde Pedro Sánchez y algún recuelo, hasta tropa política revolucionaria de la categoría de Otegi y colegas, más Rufián e imitadores, que de todo hay en esas viñas por ahí repartidas. Aquí, en España, en concreto, ha debido cambiar mucho últimamente el panorama comunicador para que dirigentes izquierdistas, más concretamente socialistas y agregados al sanchismo, hayan comenzado hace meses a quejarse, sin decirlo, de haber tomado el relevo de la derecha, en cuanto a verse y sentirse favorecidos, o no, por los medios y los que los hacen marchar, que en este asunto concreto, las preferencias y las no preferencias, no son, no pueden ser otros, que los periodistas. Y ahí tenemos a la izquierda en masa, arreándole candela a los medios, dicen, más conservadores, como explicitó el presidente Sánchez en El Hormiguero de Antena 3. Y no es verdad que personas y medios hayan abandonado, siquiera en la nebulosa, a la izquierda, sino que esos medios crucificados por Pedro Sánchez, y sus gentes, en la abrumadora, aburrida y desigual aparición en medios de todo tipo y peso, han cambiado un poco, un poquito, la cantidad y calidad de las atenciones que dedican a cada opción, y resulta que el que se está llevando el gato al agua es, sencillamente, Pedro Sánchez. Y es que, ya lo vemos todos, a Pedro no le falta nada más que dormir en los diferentes platós que visita, en una cama scout. Así doblaría el tiempo. Bromas aparte, la campaña está tomando, sino un camino diferente, sí al menos una vereda o un camino de carboneros distinto. Alguna sonada metedura de pata como la de la díscola hermana de Extremadura, metida a reformadora del PP, y alguna otra que pueda hacer saltar alguna costura del partido en aquellas circunscripciones podría mover unos pocos votos y muy pocos escaños. Y es que la disyuntiva es simple: PP, o con Vox o con nadie, y viceversa; PSOE, solo o con nadie; Vox; o con PP, o con nadie. O nuevas elecciones, que creo que la gente seria de Extremadura, que la hay, mucha y sana, no lo aceptaría. 
Los peligrosos juegos de Putin, empeñado ahora que se sabe y lo vemos, en mostrarse digno heredero de su señor padre y de su venerable abuelo, han podido costar una crisis a gran nivel y muy peligrosa. Con arsenales del calibre de los que tiene y ¿controla? Rusia no se puede jugar. 
¡Ah!, al parecer el padre y el abuelo de Putin fueron cocineros en el Kremlin. Su jefe fue, en ambos casos, José Stalin, el Botas; el mayor asesino de la Historia. Más que Hitler, más que Mao, más que…