Desde el búnker de Jerusalén

R. Ch.
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El padre Juan Antonio Ruiz es uno de los nueve ciudadrealeños residentes en Israel a los que ha sorprendido la guerra con Hamás. Reconoce el miedo con el que se vive el conflicto

Desde el búnker de Jerusalén - Foto: Rueda Villaverde

Según el Padrón de españoles residentes en el extranjero, hay nueve ciudadrealeños, todos hombres, que viven en Israel, país que desde el pasado sábado está inmerso en una guerra abierta con Hamás tras los atentados que costaron la vida a centenares de personas. Uno de esos ciudadrealeños es el padre Juan Antonio Ruiz (Bolaños de Calatrava, 1983). Es el director del Instituto español bíblico y arqueológico de Jerusalén y desde el sábado vive recluido en la residencia de Notre Dame, «un centro que pertenece al Vaticano, gestionado por una comunidad de sacerdotes Legionarios de Cristo y que tienen un búnker». «Se vive una situación preocupante, tensa, muy preocupante», asegura en declaraciones a La Tribuna. «El lunes sonaron dos veces las alarmas por los cohetes que se estaban lanzando desde Gaza, pero hoy (por ayer) no han sonado, aunque seguimos viviendo en un estado de emergencia y apenas se ve a gente por la calle». 

Juan Antonio Ruiz lleva tres años en Israel. Dice que hasta este sábado la vida se desarrollaba con «cierta normalidad. Todo ha explotado cuando menos lo esperábamos e incluso a Israel parece que le ha pillado de improvisto» el ataque de las milicias de Gaza. Tres días después, reconoce que la situación se vive «sin saber hasta dónde va a llegar. Estamos todos muy a la expectativa». 

Su trabajo al frente del instituto, de la que es responsable la Iglesia española, se cerró el fin de semana. «El mismo viernes estuvimos hablando con el Consulado para programar las actividades y los congresos que íbamos a desarrollar en Jerusalén para contar con la colonia de españoles que hay aquí, donde nos conocemos todos. Un día después, cuando nos despertamos con todo lo que estaba pasando, me volví a poner en contacto con el cónsul y me dijo que no estaba pasando nada bueno». 

Él, por ahora, no se ha planteado volver a casa, a Bolaños de Calatrava, en alguno de los dos aviones que el Gobierno de España ha fletado para evacuar a unas 500 personas que permanecen en Israel y cuya estancia sería de carácter temporal, pero han sufrido la suspensión de los vuelos comerciales tras la ofensiva lanzada por el Movimiento de Resistencia Islámica. «No hay actividad académica, pero mi trabajo pastoral está aquí y el apoyo al resto de la comunidad española», reconoce, entre una sensación en la que se mezcla «la preocupación, con el miedo cuando suenan las alertas, la incertidumbre y la inseguridad». 

«una solución difícil». El Instituto, la Casa de Santiago, está «al otro lado del Monte de los Olivos y me dijeron en el Consulado que lo más recomendable era que buscara un búnker». Juan Antonio Ruiz valora «la labor muy buena» que está desarrollando el cuerpo diplomático, con el que está en permanente contacto con él y el resto de españoles ante un conflicto que tiene una solución «difícil, porque es una guerra contra un grupo terrorista, no es contra otro país. Ahora se prevé que Israel tome el control y todo se focalice en Gaza y será, o está siendo ya, una respuesta dura», al tiempo que habla de la novedad que ha supuesto el ataque de Hamás: el secuestro de rehenes civiles, «algo denigrante», asevera.