Muere un guardia civil, otro ingresado y 10 en cuarentena

Pilar Muñoz
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Francisco Javier Collado tenía 38 años, llevaba 12 destinado en el penal manchego y no tenía patologías previas. Estaba en cuarentena en su casa y murió cuando le trasladaban al hospital

Guardias civiles, en una imagen de archivo, durante un trasladado de detenidos - Foto: TOMÁS FERNÁNDEZ DE MOYA

Estaba en cuarentena por coronavirus y al agravarse su estado su mujer llamó a una ambulancia y poco después fallecía cuando era trasladado al hospital Quirón de Ciudad Real sin que los sanitarios pudieran evitar su muerte.

Francisco Javier Collado Rivas era guardia civil,  tenía 38 años, estaba casado, era padre de un niño de 10 años y desde hacía 12 estaba destinado en la prisión de Herrera de La Mancha.  Ayer por la mañana falleció, adelantó El Español.

Al parecer, según informaron a este diario compañeros del guardia civil, no tenía patologías previas y parece ser que la muerte le sobrevino por una crisis respiratoria.

Guardias civiles, en Herrera de La Mancha durante la prestación de un servicioGuardias civiles, en Herrera de La Mancha durante la prestación de un servicio - Foto: Pablo LorenteFuentes de la Guardia Civil confirmaron a La Tribuna el fallecimiento del agente destinado en Herrera, el segundo que pierde la vida a causa del COVID-19 en dos días. El primero Pedro Alameda murió en Madrid.

Las fuentes aseguraron a este periódico que otro guardia civil destinado en la cárcel de Herrera de La Mancha está sedado en el Hospital Mancha Centro de Alcázar y otros cinco, que prestan servicio en el mismo penal, están en cuarentena con síntomas.

«En el Cuartel de la Guardia Civil de Manzanares hay dos agentes más en cuarentena por posible contagio, otros dos del destacamento de Alcázar y, al menos, uno en la Comandancia de Ciudad Real», apuntan las fuentes.  

Las instalaciones han sido desinfectadas, pero «hay mucha preocupación» y «dolor» por el fallecimiento del compañero Francisco Javier Collado, natural de Jaén, y desde hace 12 años destinado en la prisión de Herrera. Antes había estado en la Agrupación de Tráfico.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles indican que el agente fallecido llevaba tres días confinado en su casa de Manzanares con síntomas y, por ello, estaba en cuarentena. Francisco Javier Collado, al igual que Pedro Alameda, no presentaba patologías previas.  «Eran jóvenes, gozaban de buena salud» y por la labor que desempeñaban estaban considerados «personal de alto riesgo», pero  «resultaron contagiados por el virus», remarca la AUGC tras lamentar estas muertes y criticar que no se adoptaran ni se adopten las medidas necesarias.

Según la Asociación Unificada de Guardias Civiles,  «unos días antes de caer enfermo, Francisco Javier Collado ya advirtió de que «faltaban medios de protección en la prisión», esto es, «en la unidad de traslados y en el servicio de vigilancia perimetral, como guantes, gel desinfectante y mascarillas».

La AUGC expresó su malestar por las medidas conocidas ayer respecto a la Policía Nacional. Vuelven a sentirse «discriminados» y cargan contra los responsables. «La Dirección General de la Policía Nacional ha concedido, por razones de excepcionalidad por el COVID-19, a sus trabajadores el turno que estaban reclamando ya desde antes de la crisis sanitaria. El turno conocido como 6x6, que permite sobreexponer menos a los policías para guardar el mayor potencial posible de servicio». Sin embargo, «como tristemente es costumbre, la Guardia Civil todavía no ha reaccionado en este sentido, y eso que desde AUGC se viene reclamando este turno desde hace años».

 Una vez más, añaden representantes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, «la Benemérita demuestra que a pesar de ser una institución fuertemente jerarquizada y militarizada, le cuesta adaptarse. Sin reflejos y siempre por detrás de otras instituciones policiales. No en vano la falta de derechos en la Guardia Civil para con sus trabajadores se ve siempre reflejada en este tipo de situaciones», señalan. La AUGC pide que se adopten medidas para proteger a los agentes de la Guardia Civil en el desempeño de sus funciones y también a los ciudadanos. Recuerdan que están en contacto con la gente, en detenciones, en traslados a las cárceles, en los controles de seguridad y de tráfico, en seguridad ciudadana.