El sindicato CCOO marca la despoblación en Castilla-La Mancha como uno de los aspectos claves en los que tendrá que trabajar durante los próximos años y como una de las líneas de actuación de cara a los encuentros que pidan los partidos políticos en la región. Esta línea de trabajo fue una de las planteadas por el secretario regional del sindicato, Francisco de la Rosa, quien mantuvo un encuentro con el secretario provincial, José Manuel Muñoz, y toda su Ejecutiva. El objetivo es recordar la importancia del sector agrícola en la provincia de Ciudad real y la necesidad de mejorar el reparto de la riqueza agroalimentaria.

«Cada comarca aglutina y atesora yacimientos económicos», indicó De la Rosa, quien apuntó a que en una década el peso de la agricultura ha pasado del 7 al 10 por ciento del PIB, lo que implica 323 millones más. Además recordó el peso de las exportaciones que ha aumentado del 16 al 32 por ciento, en ese periodo que empieza en 2008. El problema, apuntó el secretario regional del sindicato se encuentra en el reparto de esta riqueza, para lo que es necesario empleo estable. «Es difícil estabilizar la riqueza de una tierra si no somos capaces de estabilizar el empleo», apuntó. Además el sindicato plantea «acudir a otros potenciales como la nueva industria 4.0 o 5.0» con el objetivo de evitar la existencia de monocultivos. «Esto es una carrera de medio o largo plazo pero hay que dar los primeros pasos», apuntó el secretario regional de los sindicatos.

De la Rosa recordó que la despoblación, tras la manifestación del pasado domingo, ha sabido situar el titular en primera plana y este «problema» debe plantearse, argumentó De la Rosa, en la campaña de la provincia porque Ciudad Real «ha perdido más de 85.000 personas», entre quienes han partido al extranjero y los que han optado por irse a otras comunidades limítrofes.

En este sentido, el provincial del sindicato recordó que el 67% de la población de Ciudad Real se asienta en 13 municipios, de los 101 que hay en la provincia. Esta cifra «ofrece una clara visión de lo que está ocurriendo con el empleo, la gente se está marchando a las grandes urbes en busca de oportunidades de trabajo». En esta decisión tiene mucho que ver la diferencia económica entre el mundo rural y el urbano y sobre todo los escasos contratos indefinidos que se firman en la provincia. Muñoz achacó a la reforma laboral esta situación ya que «el 50% de los contratos indefinidos no llegan a los dos años, mientras que un 37% ni siquiera a un año».

Desde el sindicato recordaron que el futuro que se plantea en la población no es halagüeño, con unas estadísticas que prevén la pérdida de más de 64.000 personas menores de 58 años en la provincia, mientras que los mayores de esa edad mantendrán su crecimiento, con 29.000 más. Una muestra de que quienes se van son los que se encuentran en edad de trabajar.