Es un hecho que, en Ciudad Real, por ser la capital de la provincia, su configuración y desarrollo se debe en buena parte a la implantación de servicios supramunicipales a lo largo de su historia. Cuarteles, hospitales, ferrocarril, edificios administrativos, agrícolas, religiosos, educativos, deportivos, y otros muchos, han ido dando forma y vida a la capital. No obstante, el tiempo y los cambios en las organizaciones, militares, educativas, ferroviarias, eclesiásticas, sanitarias, etc., han dejado también una larga lista de terrenos y edificios sin el uso inicial para el que fueron concebidos y que no es necesario traerlos a colación por ser sobradamente conocidos. Pero, hoy quiero referirme a un edificio, en uso y en pie, que continúa prestando servicios a la provincia y sin embargo se ha quedado obsoleto y mal ubicado en el interior de la ciudad: el cuartel de la Guardia Civil de la capital. La Comandancia. 
Construido en la década de los cuarenta del siglo pasado, forma parte de la ciudad y de su historia, pero es necesario pensar en otra ubicación fuera del centro de la ciudad que permita dotar a la infraestructura cuartelaria de amplias instalaciones y unas adecuadas comunicaciones tierra y aire. La actual Comandancia y casa cuartel de cinco plantas situado entre las calles Pedrera Baja, Pedrera Alta y Esperanza, y que acaba de ser pintada en su exterior, tiene carencias de espacio y accesibilidad para las múltiples actividades de un cuartel, además de serios problemas de habitabilidad y accesibilidad en las viviendas de los guardias civiles.
Hace varias semanas, en la visita de la directora general de la Guardia Civil a la Diputación Provincial para la firma de un convenio de rehabilitación de casas cuartel en la provincia, en esos pueblos vaciados, se insistía por parte del presidente de la institución en la necesidad de agilizar y realizar la inversión para la construcción de un nuevo cuartel en la vecina localidad de Miguelturra, que cuenta con 16.000 habitantes y donde actualmente se prestan los servicios en dependencias municipales. Hacía bien el presidente de la Diputación en reivindicar el cuartel de Miguelturra, es lo que le habían pedido desde el municipio vecino, pero una vez más se pone de manifiesto en la capital la falta de visión, desconocimiento, desidia y dejadez en la planificación y, por ende, también en el diseño de algunos servicios de carácter provincial y supramunicipales. 
La gestión de los servicios de seguridad y protección que presta la Guardia Civil en la provincia necesitan de una mejor dotación de medios materiales y técnicos. Hubiese resultado oportuno recordar a la directora general, durante su visita a la Diputación, que el Ayuntamiento de Ciudad Real ofreció en su momento una amplia parcela de terreno para la construcción de un nuevo cuartel en la capital que mejorase las condiciones de viviendas e infraestructura cuartelaria. Se ofreció a la Guardia Civil un convenio para la cesión de suelo y liberar para otros usos el actual edificio, permitiendo optimizar y reducir la inversión al mínimo. Una propuesta para un nuevo y único cuartel-comandancia –situado en un lugar estratégico– sirve para atender las necesidades de la provincia y por supuesto las de Miguelturra, suponiendo un ahorro en la inversión y mejorando la actual infraestructura. Pero ni jugando en casa se hacen propuestas. 
Al Ayuntamiento le corresponde la planificación de la ciudad para su desarrollo, y, éste, como otros muchos asuntos, tiene que estar presente y encima de la mesa de un alcalde para no dejar pasar oportunidades. Era el momento adecuado de plantear las distintas opciones de construcción y optimización de las inversiones en la provincia a la actual directora general de la Guardia Civil, anticipándose y proponiendo soluciones a la infraestructura cuartelaria y sus viviendas. Una nueva infraestructura, con una inversión incluso inferior a la prevista para el municipio vecino por parte del Ministerio de Interior, recuperando el suelo del actual cuartel en la capital permitiría dotar de modernas instalaciones a la actual Comandancia para mantener la seguridad de los casi 20.000 kilómetros cuadrados de extensión de la provincia, ésa es la necesidad, real y futura, la que requiere planificación. La actual Comandancia en su ubicación actual no cuenta ni tan siquiera con la posibilidad de nuevos medios aéreos. Ciudad Real capital tiene que estar presente en las soluciones. Pero ni jugando en casa y con la afición a favor se tiene iniciativa.