No es aventurado augurar, pese a la evidente e indiscutible buena voluntad de los más, que el panorama general inmediato en España, y hasta un poco más lejos de la inmediatura en que vivimos también, sea esperanzador y halagüeño y nos prometa una mejora general de la situación social. Y es que se nos dijo que se había contactado, por miles medios, con una señora importantísima, clave, fundamental en el devenir de los pueblos y las naciones, llamada Democracia, inventada en Grecia hace ya una pila de años, y hasta de siglos. La cual Democracia, no tenían nada mejor que hacer que procurar, por todos los medios, el bienestar, en justicia, de los pueblos. Pero a veces las cosas se tuercen y hasta la Demo fracasa en parte.

Y si no, si la situación en estos últimos años, desde que España llamó a la señorita, o señora, Democracia no está sufriendo un deterioro medioambiental, social, político, etc., digno de estudio y hasta de una radical remodelación y corrección del Ser del país, del Estado, de España en suma, habrá que pedirle a alguien, no sé a quién, que venga y lo vea y esto porque Dios nos tiene ya muy, pero que muy, vistos. ¡Demasiado, digo yo! Servidor, que es bastante serio en muchas cosas, v. g., la seriedad y, al poder ser, el acierto de añadidura, casi que está temblando ante la perspectiva de los próximos meses, en los que, diga quién quiera, y se atreva, lo que diga, España estará en modo electoral, con el ritmo de gobernanza en mínimos alarmantes y sin duda peligrosos, dado que nuestros políticos, muy especialmente los que son escandalosamente profesionales de la política, están ya, en un elevadísimo porcentaje y en el nivel, o liga, en la que jueguen -nacionales, autonómicas, locales, sindicales,…-dedicados por completo a intentar, lo primero, ir en las listas y cuanto más arriba, mejor para cada cual, y luego, echar el equivalente de cinco días a ellos y uno p'al pueblo. El domingo iría de descanso, porque lo del descanso del séptimo se lo saben. Y así -el primero y más sangrante el presidente Pedro Sánchez, del que no se sabe muy bien qué tiempo, y de dónde lo saca, dedica a cada cosa. O sea, que sí, que la señorita Demo es guapa y hasta inteligente, pero debe tener mucho cuidado de quién se rodea y quién la lleva al corte cada día. (Y con la ley del Sí, es sí). Desde luego, los que liberan terroristas, golpistas, violadores, toca culos, ladrones de guante blanco, o casi, y otras perlas vivientes de las que abundan en nuestras cárceles y algunos que otros edificios, moralmente anexos, no deberían poder hacer mangas de capirotes; o capirotes de Semana Santa con mangas.

Otro sí digo. El PP no debe jugar, ni en Castilla y León, ni en Madrid, ni en parte ninguna, no vaya a ser que se lleve una sorpresa. Da la sensación de que los votantes de centro-derecha, y hasta los de derecha rabiosa, lo tienen más claro que los dirigentes, al margen de lo derechosos que sea cada cual. Incluidos los de VOX, que también juegan gracias a la señorita Demo.