Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Los ‘relajadores’ vuelven a hacer ruido

04/02/2021

No se han acabado aun los sones de los villancicos de la inmediatamente pasada Navidad, con su involuntaria, y sólo a los dirigentes de toda categoría debida, montaña de fallecidos en sus particulares columnas contables de ‘Haber’, cuando ya están otra vez, unos y otros, otras y una, pero siempre los mismos, manejando la vara, y dándola por tanto, de la aperturas de los negocios más pequeños, que son los que manejan y dirigen los núcleos empresariales de menor volumen pero de gran repercusión en la vida de los pueblos de la tierra, hoy francamente en estado comatoso y ello por culpa de la inactividad. 
Situación esta -la inactividad, los confinamientos, la alteración obligada de la vida normal- que apareja una situación social y económica que puede, y de hecho lo está haciendo en el año que llevamos atacados por la pandemia de COVID-19, sumir a los países y a los pueblos que los habitan y dirigen en un caos difícil de dominar y superar como desgraciadamente estamos sufriendo desde, insisto, hace un año. 
Y sucede que la necesidad inexcusable de generar riqueza para mantener a las gentes, enfrenta la más inexcusable necesidad aun de luchar a muerte con la enfermedad que nos diezma y está causando ya muertes a millones en todo el mundo, situación esta -economía contra vida- que no se puede resolver  con un  simple ‘no generamos ingresos’, ‘no podemos pagar’ y la actividad, en mayor o menor grado, debe volver a las calles. Los resultados de los relajamientos, o relajaciones, de Navidad, puentes anteriores, fiestas de verano y playeo de 2020, etc., etc., han reactivado la agresividad del virus 19 en tan importante grado como indican y avalan los casi dos millones trescientos mil muertos que figuran en las estadísticas mundiales y los ochenta mil, +-, que nos tocan a nosotros, en España, basadas en unas cifras que siembran dudas por los torpes manejos del Ministerio de Sanidad y de los que mueven el cotarro. 
A esta controversia que se avecina, sobre si habrá que relajar lo relajable en verano, quemada ya como está la Semana Santa de dentro de unas semanas, y ello con tal de que haya algo de negocio moviéndose por ahí -por calles, plazas y playas-. Hay que centrase, porque nos va la vida en ello, no cómo si nos fuese la vida en ello, porque nos va de verdad, insisto- en el tema de la ¿vacunología?, único medio real de aminorar la devastación que promueven las legiones de virus que infectan nuestra atmósfera, gestión que, en España al menos, no está rodando con la suavidad y rapidez necesaria, ya que por unas causas o por otras, entre las que destacan la pasión y dedicación, casi en exclusiva, por la vida política, lo que anula la dedicación debida a la lucha anti-Covid. Para enjuiciar la seriedad y veracidad de este aserto, basta dedicarlos dos minutos a enjuiciar las más que cobardes actitudes de Sánchez e Illa, que no se han fajado con el virus nada más que de refilón, como los toreros malos, malos, malos…