Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


Conurbación Ciudad Real-Miguelturra

26/04/2021

No es una palabra fácil de entender, pero puede comprenderse su significado y la importancia de su aplicación, como concepto, en la urgente necesidad de coordinación del planeamiento urbanístico de Ciudad Real y Miguelturra para evitar crecimientos desordenados y conseguir más eficacia de las infraestructuras y servicios de la administración en ambos municipios. Una conurbación es el resultado de unir los territorios integrados por dos poblaciones vinculadas económica y socialmente de cara a la necesidad de planificar y coordinar servicios y obras. Es el proceso de unión de dos territorios, debido a su crecimiento, donde cada uno de ellos mantiene su independencia administrativa y funcional. Antiguamente, cuando dos municipios se unían, el mayor absorbía al más pequeño. Hoy, la planificación conjunta es la herramienta urbanística para conseguir un desarrollo optimizado.
La suma de ambas poblaciones, Ciudad Real y Miguelturra, 92.000 habitantes, separadas urbanísticamente por unos escasos cientos de metros, pero con dos importantes barreras como son la A-43 y el ferrocarril, aunque el ferrocarril construido en 1992 ya contempló la permeabilidad entre las dos poblaciones y por eso se construyó en viaducto, obliga a replantearse las relaciones de vecindad y de servicios a prestar en ambas poblaciones. Hay que diseñar el futuro de los servicios e infraestructuras pensando en la conurbación y planificar desde la perspectiva de compartir cada día más espacio, especialmente los públicos de carácter supramunicipal. 
Ambos municipios tienen que ser conscientes de la importancia de un desarrollo urbanístico planificado conjuntamente y de las consecuencias económicas positivas que puede reportar para ambas. Hay muchos ejemplos que se pueden poner de manifiesto con los errores cometidos en la actualidad - en los límites de ambos territorios - por vivir de espaldas. La planificación conjunta y el establecimiento de una conurbación solo puede suponer una mejora de la situación actual mediante la coordinación y planeamiento de nuevas infraestructuras de acceso y comunicación entre ambas poblaciones, diseño de parques empresariales, zonas comerciales, logísticas, industriales, residenciales, etc. mediante el aprovechamiento de las infraestructuras existentes o demandando conjuntamente otras nuevas. Es incongruente, y una irresponsabilidad, la creación de una área industrial o residencial en el límite de un municipio sin saber y sin coordinarse con el vecino. 
Desde la responsabilidad de la administración municipal, en primer lugar, pero después provincial y autonómica hay que profundizar en el desarrollo conjunto. En los años 1987-1991 se realizaron las primeras propuestas, pero los vientos a favor del crecimiento de Miguelturra en detrimento de la capital durante la siguiente década de gobernanza del PP lo paralizó. El crecimiento de ambas poblaciones en los últimos 20 años, mientras la provincia se desangra; el trasvase de empresas de una población a otra; el número de nuevas familias de Ciudad Real que han elegido Miguelturra para vivir en las dos últimas décadas, hasta multiplicar por dos el número de habitantes; las relaciones laborales entre ambas poblaciones; los transportes, etc., sin olvidar el uso de servicios básicos como agua y alcantarillado -desde las mismas infraestructuras- demuestran la vinculación económica y social entre ambas localidades. El desarrollo de un área conjunta, con el formato jurídico recogido en la ley, solo puede dar lugar a un mayor desarrollo económico y más calidad de vida. 
Planificar para las próximas generaciones es la obligación de los políticos y alcaldes elegidos. El PP se fue en el 2015 después de gobernar 20 años la ciudad sin dejar ningún proyecto de ciudad, viendo cómo las familias se iban a vivir a Miguelturra, y la actual Corporación, de signo político contrario, terminará su mandato en junio dejando como resultado de su paso por la administración municipal un superávit presupuestario, pero el mismo futuro y desarrollo urbanístico que dejó el equipo de Gobierno anterior. Un alcalde y diez concejales liberados convertidos en jefes de servicios municipales, suplantando en funciones a los funcionarios, pero ninguno dedicado a hacer política pensando en la ciudad y en su futuro.