José Luis Loarce

Con Permiso

José Luis Loarce


Año con tachaduras

09/03/2021

En la novela Recuerdos durmientes, del nobel Patrick Modiano, uno de sus personajes parisinos dice que «va andando al lado de su vida». No se podría expresar mejor la manera en que venimos andando desde hace un año en que nos dimos cuenta —tarde y mal— de que una letal infección nos estaba invadiendo. ¿Somos los que andamos al lado de nuestra vida que es la vida de otros o nosotros los que nos miramos circulando por una vida ajena?
Nosotros, los que volvíamos del hospital aquel viernes 13 de marzo por la tarde anochecida, y sobre las calles se desplomaba un silencio intempestivo y asustado que traía malos augurios. Qué fatiga recordar lo de ayer mismo. Qué aluvión de recopilaciones informativas, de exculpaciones y responsabilidades. Qué ruido sordo de politiqueo de garrafón, de numeritos a mayor gloria, de engañifas que embotan las neuronas, como si un 8 de abril no hubiera aparecido en primera página de un periódico la fotografía de la morgue del Palacio de hielo madrileño: toda una bofetada nacional, ¿para despertar conciencias?, ¿para hacernos, al cabo, más fuertes, más solidarios? 
Un año ha pasado, y volviendo al texto de Modiano no sé ahora si poder volver a vivirlo fuera «como pasar a limpio un manuscrito lleno de tachaduras», reflexiona el narrador. La tachadura del arresto domiciliario más extremoso y duro de Europa y las cifras negativas más altas. La tachadura de las mascarillas «innecesarias» y luego fraudulentas. La tachadura de los científicos que solo existían en las videollamadas del telediario. La tachadura de la falta de material sanitario y pruebas de diagnóstico. La tachadura del virus vencido y resucitado en hasta tres oleadas ya. La tachadura de un largo estado de alarma a favor de obra, pero diecisiete vaivenes de restricciones y relajamientos. La tachadura de desempleo y recesión económica. La tachadura de una vacunación lentísima y sin un plan claro que se sepa (después del hito científico de la producción de varias vacunas en tiempo récord)…
Primer aniversario de este SARS-CoV-2 y parece que camináramos unas veces como personajes enmascarados de un drama a la búsqueda de autor y otras como seres reales disfrazados de los propios personajes que odiamos representar. Que fuéramos al lado pero fingiendo escapar, hablando de otra cosa, escribiendo de otra cosa, soñando otra cosa, engañándonos solos y necesitados de respirar ese autoengaño. Como si algo se interpusiera entre el mundo y cada uno de nosotros, en una especie de realidad huidiza y ambigua. Y nada más ha transcurrido un año.