No andan muy equivocados aquellos que no ven en el mundo de la política la mejor mina donde encontrar ejemplos de bonhomía, honestidad, seriedad, afán de ayudar a los vecinos de domicilio, ciudad, país… , y ello porque no es camino fácil el de llegada a los diversos Olimpo de la política, aquellos en los que, una vez llegados, resulta fácil instalarse y vivir, más o menos cómodamente, como si uno, ahora dicen que también hay que decir una, y ello para que todo sea más justo y equitativo, como si el éxito de las tareas fuese cosa del sexo y no de las capacidades de cada ser humano, no tuviese más escape o acomodo en la vida que andar en esos mundos tantas veces nada ejemplarizantes ni ejemplares. En estos mundos aludidos, cosa seria y conveniente es dar ejemplo de todo, pero en especial de equidad, independencia y todo lo que aleje a uno de componendas y maniobras orquestales subterráneas. 
Viene al caso la perorata porque yo no sé cuánto de honesto y democrático puede tener la actitud de la jefa de la Unión Europea, Úrsula von der Leyen, que ha perdido el panty en su acelerón por ayudar, personalmente me parece que con desmedido descaro, a Pedro Sánchez, olvidando, creo, que ella representa y aglutina Estados pero no Gobiernos y mucho meno partidos concretos, como parece desprenderse de su carta de apoyo a nuestro presidente del Gobierno. Sánchez y sus cinco manitas, o casi, de ministros, tiene, como el resto de sus colegas, que recibir y aplicar una serie de miles de millones de la UE y ello, como es lógico, de la mejor manera posible. Pero sucede que a Pedro Sánchez se le han perdido -no en ese sentido que están algunos pensando ya-, unos milloncejos que ni han sabido asimilar, ni gastar, ni nada de nada. Es una incontestable prueba de torpeza extrema y mala gestión, máxime en un país como España, que es pobre, está más pobre y tiene más trampas que un pajaritero. 
Por esta triste realidad, perder por no saber emplear, una pila de millones, Pablo Casado, que tampoco es que sea el inventor de la política, ni cosa parecida, le estaba tocando los costados, como a los caballos tardos, que no tordos, cosa que derramaba más sombras sobre la gestión y valía real de Pedro Sánchez, máxime ahora que andamos de elecciones regionales. Pero, tente Casado y el PP todo, que aquí está doña Úrsula para respaldar, apoyar, ahombrar, y lo que haga falta, a Pedro Sánchez, como si en la política no fuese obligado, pero que obligado y sagrado, la equidistancia, máxime cuando se trata de alguien que preside algo, aunque sea la Unión Europea, que cada vez se parece más a un mercado renacentista. No se me alcanza la razón, salvo la atracción bi personal, para que la jefa europea haya apoyado a Pedro Sánchez y al PSOE a cuatro días de unas elecciones en España y a unos meses de otras. ¿No andará de por medio Yolanda Díaz?