Aprovechando el buen estado de ánimo que le suponemos a los responsables sanitarios del Gobierno de Castilla-La Mancha, dado el resultado de las pasadas elecciones, hoy hago de Dolores Carcelén en su magnífico 'Diario Sanitario' y comparezco de paladín de la Psicología institucional para plasmar aquí la continua reivindicación y creciente demanda ciudadana apoyada por los Colegios de Psicólogos y las más importantes asociaciones científico-profesionales de España, para la incorporación de los profesionales de la Psicología Clínica en la Atención Primaria, dada la escasa cobertura respecto a los tratamientos psicológicos en la Sanidad Pública, con largas listas de espera, sesiones de intervención cortas, muy espaciadas, sin la cadencia recomendable y con una clara tendencia a la medicalización de los trastornos mentales, o la imposibilidad de aplicar el modelo biopsicosocial a la práctica clínica.
Conforme a la información y los datos estadísticos que me facilitan en el Colegio de Psicología de Castilla-La Mancha, la Atención Primaria soporta más de la mitad de la carga asistencial que suponen los Trastornos Mentales para el sistema sanitario en España. Los trastornos de ansiedad, las depresiones y las somatizaciones son los trastornos más prevalentes, presentando una frecuente asociación con varias enfermedades crónicas. Dos de cada tres pacientes de este tipo que acuden al sistema sanitario son tratados por su médico de Atención Primaria, y uno de cada tres pacientes que acude a la consulta de Atención Primaria tiene un trastorno mental que no es grave, que tendría solución con el tratamiento psicológico, pero al que solo se le suelen facilitar psicofármacos.
En nuestra Comunidad, de un análisis rápido del Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025 se deduce que se insiste en el mismo modelo de atención a la salud mental, donde la atención Especializada juega el papel protagonista, aunque se declara que se quiere mejorar la coordinación con la Atención Primaria. Como novedad, pero de manera insuficiente, se incluye que para afrontar el estrés de la vida diaria se va a dar formación a los profesionales y crear 'Grupos de Ayuda Mutua' con pacientes en los Centros de Salud. 
Me trasladan los psicólogos que esa limitada atención sanitaria a las problemáticas de salud mental está suponiendo que algunos trastornos se hagan crónicos, que aparezcan nuevos síntomas, que aumente continuamente el consumo de psicofármacos, que aumente la frecuencia a las consultas y las visitas innecesarias a otros especialistas, que aumente la realización de pruebas diagnósticas para descartar otros problemas, que se genere más discapacidad, aumenten los costes sanitarios, los gastos sociales y empeore la calidad de vida.
Y no es solo una reivindicación de los colegios profesionales. Esta necesidad de incorporar psicólogos clínicos en los centros de Atención Primaria, en cuanto a la mejora de la atención que se presta a los usuarios, así como por su efectividad ya demostrada en otras comunidades autónomas, es una reivindicación con un amplio reconocimiento por parte de los ciudadanos de Castilla-La Mancha.