José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Principio de sospecha

07/06/2023

Comentaba días pasados (La Tribuna, 1 de junio y Lanza, 2 de junio), Pilar Zamora Bastante, candidata a la Alcaldía de Ciudad Real por el PSOE en las pasadas elecciones, dos cuestiones encadenadas. La primera, de naturaleza personal y política, hacía referencia a los posibles destinos políticos de la interpelada. Una vez abierta la espita de las nuevas candidaturas electorales que abre el nuevo proceso electoral, donde caben diferentes conjeturas, por más que en el pasado siempre se haya referido a su rotunda voluntad de permanecer en lo próximo, esto es, en lo municipal. Ahora, con el resultado del 28-M desvelado, surgen «puertas abiertas a nuevos destinos». Lo iremos viendo.
La segunda cuestión imbricada con la anterior –esto es, con los resultados electorales del pasado día 28– y establecía un principio de sospecha en la colaboración interadministrativa derivada de esos resultados, al modificarse la correlación de colores políticos en diferentes administraciones. Como si la inversión que verifica una administración superior estuviera –que posiblemente lo esté y lo está– condicionada por los colores de la administración receptora. Y en Ciudad Real de eso sabemos, y soportamos, algunas cosas que explican ciertas ausencias y ciertas omisiones. Desde el criticado –por detenido– auditorio, donde la inversión regional brilló por su ausencia, hasta el déficit de infraestructuras de transporte–ya autovía a Toledo, ya circunvalaciones y nuevas rondas–. Bien diferente a lo ocurrido en otros municipios de color coincidente al de Toledo. 
Y venía a decir la información: [que] «La Ciudad Administrativa en el antiguo hospital del Carmen, el Centro Nacional del Folclore o el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual en el Palacete de la Cruz Roja. Muchos son los proyectos en los que el Gobierno de Castilla-La Mancha está implicado en Ciudad Real, y Pilar Zamora, que tomará las riendas de la oposición el 17 de junio tras ocho años en el Gobierno de la capital –seis como alcaldesa–, está 'segurísima' de que el presidente Emiliano García-Page no los detendrá». Como si por la alteración de los colores políticos se pudiera paralizar un expediente de una obra contratada y en ejecución, evidenciando –sin decirlo– la posible penalización política que podría producirse por lo votado en el lugar de las obras y aunque haya una legislación de contratos de la obra pública que limite tal arbitrariedad pretendida. Por ello, peroraba e iluminaba Zamora sobre tal supuesto derecho: «Me consta por parte del presidente y los consejeros que no van a paralizar proyectos que pueden perjudicar a Ciudad Real». Más claro agua.