Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Sinestesia

08/04/2024

¿Creéis que se puede oler un sonido y oír un color?, pues sucede en algunas personas y eso es una enfermedad curiosa, de esas tantas como hay, en las que se produce un fenómeno por el cual se unen sensaciones.
Hay personas que saborean los números, ¡increíble!, pero es cierto. Este fenómeno se suele dar en una de cada dos mil personas, pero se da.
Sin embargo, y en ello sigo siempre sorprendiéndome de mi amigo Julio, cuando sabe aplicar a la música esas razones, especiales y auténticas, en las que obtiene efectos espectaculares dentro de la reafirmación de sus particulares proyectos musicales. Escuchar el sonido musical que desprenden los árboles, las plantas, las flores, los propios fenómenos de una Naturaleza que tiene su propia sensación en cada movimiento o en cada estación climatológica. Sensaciones secundarias o asociadas cuando variamos la percepción como fenómeno neurológico.
Personajes del mundo social, tales como Marilyn Monroe, Lady Gaga o Stevie Wonder, incluso Van Gogh o Kandisky viven o vivieron una sinestesia, pudiendo ver los sonidos, oír los colores o saborear los números.
El mundo es una constante sorpresa. Cuando asociamos derivaciones que generan depresión y el cerebro parece cruzar activación, se producen alteraciones y ello motiva cambios en la personalidad, sobre todo, en la gente del mundo artístico. Asociar, por ejemplo el número siete al color amarillo o a la letra A, incluyendo aquellos que ven colores cuando escuchan música, se rompen los moldes de la normalidad, y ante ello, las alucinaciones o estados de conciencia alterados, llevan a situaciones graves, incluso de pérdida de la vida por efecto voluntario.
Vasili Kandisky escuchaba los colores y esa es la razón por la que sus obras pictóricas estaban asociadas a notas musicales. Común en muchos de ellos, era esa excelente memoria que determinada capacidades extraordinarias. Por eso en los videojuegos, la sinestesia se ha vuelto un tema recurrente que permite generar experiencias que otros videojuegos no podrían. Un ejemplo más, de la complejidad del mundo ante el mundo.
Por eso, estudiar a los sinestésicos puede dar muchas pistas de cómo funciona nuestro cerebro y nuestro inconsciente. Aunque algunos psicólogos dicen que es una facultad que tenemos todos, en mayor o menor medida, al poder experimentar sensaciones, los verdaderos expertos afirman que solamente el 1 % de la población mundial es sinestésico y tiene esa propiedad de asociar colores con letras de una forma repetitiva. El resto, no.