José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Palanca, catapulta y paracaídas

17/05/2023

Las listas electorales municipales son vistas, en muchas ocasiones, por los habituales y profesionales de la política, como el primer peldaño en lo que se aventura como carrera venidera a construir y desarrollar. Una carrera selectiva que se va comprimiendo –a la manera de un fluido en un embudo– a cada paso posterior, dado que los puestos disponibles en cada caso se van reduciendo. Primero concejal, luego diputado provincial, más tarde diputado autonómico y, finalmente, diputado a Cortes o senador del Reino, sin contar otros cargos y puestos intermedios de sinecura y representación. Todo ello en un proceso de mejora y solera, como una crianza que transforma los vinos jóvenes en vinos viejos y experimentados. Aunque toda regla tenga sus excepciones, como se podrá comprobar.  Primer peldaño el citado que, a veces, se omite y actúa de palanca y catapulta, y posibilita que una alcaldesa pase directamente del Pleno corporativo al Consejo de Ministros en un solo movimiento y en un salto emblemático y muy meritorio. Aunque la norma general no sea esa, de saltarse los peldaños de la secuencia, y se exija el recorrido de maduración y noviciado, como una suerte de Vía Crucis.
Frente a esa imagen del candidato catapultado a las alturas, donde trata de apalancarse y prolongarse –no hay más secuencias posteriores de más postín, altura y empeño–, existen otras variaciones de aquellos y aquellas que bajan– como un paracaídas adormecido– del Consejo de Ministros –como las exministras Maroto y Darias– a peldaños precedentes e inferiores: ya sea un ayuntamiento, ya sea una comunidad autónoma. Lo hacen, dicen, por aprovechar la visibilidad y mejorar el rendimiento de la candidatura que encabezarán. Aunque no siempre ello sea cierto ni verdadero, y la imagen del paracaidista electoral –por más que esa definición esté referida a los llamados candidatos cuneros– no es reversible.
Y esa es la otra razón que hace visibles altos y medianos cargos –viceconsejeras, delegados provinciales, suplentes del Senado, lugartenientes y asesores diversos– en candidaturas municipales de tono menor, con la sola finalidad de reforzar la alineación de la cabeza del cartel, mejorando el atractivo del cuerpo de candidatos con el pedigrí de los descendidos de peldaños superiores. No es ya, con propiedad todo ello, un ejercicio de paracaidismo individual selectivo, sino un aterrizaje masivo de políticos y políticas amortizados y a veces, en posición de saldo, incluso desvelando con ello la inversión de la vocación del alpinista que deja su obsesión por los ascensos para practicar los descensos aventurados.