Antonia Cortés

Desde mi ventana

Antonia Cortés


Julio Verne y la tecnología

11/05/2023

A finales de 1872, Julio Verne publicaba por entregas en el diario Le Temps su novela La vuelta al mundo en 80 días.  La historia que encontramos en sus páginas comienza en ese mismo año y en la casa donde vivía su protagonista, un caballero británico llamado Phileas Fogg, al que acompaña su ayudante Jean Passepartout. Una especie de don Quijote y Sancho, pero a lo fino, con la misma inquietud de buscar aventuras, aunque unos comenzaran por las llanuras manchegas y los otros decidieran atravesar fronteras. Motivos y motivos, eso también, los que hicieron que se lanzaran a recorrer caminos, al igual que los medios, pues en este caso nada que ver nuestro querido Rocinante con los elefantes, trenes o trineos que el señor inglés y su acompañante utilizaron. Y es que tampoco hay que olvidar que Cervantes escribió su obra maestra en 1605, y que los siglos no pasan en vano.
Las obras completas de Julio Verne siempre han formado parte de la estantería de la casa familiar. Libros hermosos de cuidada encuadernación en rojo que con el tiempo debieron pasar a otros estantes y manos. De este autor siempre se ha dicho que fue un visionario, un inquieto que se adelantó con su inteligencia e imaginación a su tiempo y que mucho de lo que escribió como pura ciencia ficción, no en balde se le considera uno de los padres de este género, resultaron ser realidad con el tiempo.
Pensando en los miles de aviones que cada día recorren el cielo; en los trenes que circulan; en los enormes transatlánticos y sus cruceros; en esos submarinos de los que ya nos hablaba en sus Veinte mil leguas de viaje submarino; y en la millonada que cuesta ir a la luna… he llegado al recuerdo de este autor y sus ideas imaginarias, y, de paso, a mi infancia. Porque me pregunto si a este ilustre aventurero y viajero, pues lo fue en su vida, que tanto se adelantó a su tiempo, le hubiera pillado de sorpresa la rapidez con que el mundo tecnológico, la digitalización, el metaverso, la inteligencia artificial avanza. Y mi respuesta sería negativa.
Igual si su nacimiento se hubiera atrasado algunas décadas, sus libros nos hablarían de esta revolución que un poco locos sí nos vuelve, al menos a los que ya no somos tan jóvenes. ¿En cuántos días apostaría el protagonista inglés, miembro del Reform Club, que recorrería el mundo si situamos esta historia hoy? Como hay gente para todo, también Récord Guinness en este sentido: tres días, una hora, cinco minutos y 4 segundos. Los protagonistas de tal hazaña realizada el diciembre pasado fueron dos indios, marca que tenía un emiratí en 86 horas y 46 minutos frente a las 73 de los nuevos conquistadores.
En fin, que es increíble la capacidad del hombre para avanzar y el vértigo que produce, pero algo queda claro: que pese a que pase el tiempo es un placer leer a Julio Verne.