Guardianes de la galaxia

ENRIQUE JOSÉ GUTIÉRREZ
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Destiny es un título que generó una enorme expectación a su alrededor, y al que Activision le ha dedicado una imponente campaña de publicidad. Disponible para PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One

La historia de Destiny cuenta cómo la humanidad encontró al Viajero, un gigantesco ente, que parece tener vida propia, y del que no se conocen demasiados detalles. Al parecer, el descubrimiento de este ser, lleva a la humanidad a una edad de oro, llena de bonanza y avances tecnológicos, hasta que lo encuentra la Oscuridad, su ancestral enemigo. A ese acontecimiento se le denomina el colapso y durante la aventura, se narra la guerra que desatan sus tropas. Lo cierto es que la trama comienza de una forma muy prometedora, pero tiene algunos altibajos y termina un poco diluida. Hay bastantes cabos sueltos y varias ramificaciones argumentales quedan sin resolver, dejando algunas incógnitas en el aire.

El jugador adopta el papel de un Guardián, defensor de la última ciudad de la Tierra, y tiene la tarea de hacer retroceder al ejército enemigo. Hay tres razas a elegir: Humano, Insomne y Exo, con diferencias meramente estéticas, y tres clases diferentes: titán, cazador y hechicero, estas ya con habilidades específicas de cada una. Dentro de ellas, se encuentran dos especializaciones, que pueden ser intercambiadas en cualquier momento y que aportan variedad para adaptarse a las distintas situaciones.

En el bando enemigo hay cuatro especies alienígenas. Los primeros en aparecer son los Caídos. Unos seres con aspecto humanoide y organizados por jerarquías. Después está la Colmena, que tienen formas monstruosas y aterradoras. Los Vex son unas máquinas guerreras, con diferentes diseños robóticos. Y para terminar, están los Cabal, que son unas enormes criaturas acorazadas, que portan unas imponentes armaduras.

El desarrolo jugable es el de un shooter en primera persona clásico, pero con algunos añadidos que suelen verse en juegos tipo MMO o RPG, como es la mejora del personaje, equipo y armas. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que el núcleo central de la experiencia es el modo cooperativo. Todas las actividades que ponen a disposición de los aficionados, se pueden hacer en compañía. Ya sea avanzar por la historia, el cooperativo o el multijugador, es posible hacerlo acompañado de amigos, o desconocidos que asigna la consola de forma aleatoria.

Es un título puntero en el aspecto gráfico, aunque le pesa un poco el hecho de ser intergeneracional. Todo va con una fluidez asombrosa y, dentro de lo más destacable, los escenarios brillan con luz propia, al estar llenos de detalles y ser francamente hermosos. Es fácil encontrar estampas muy bellas y ,en más de una ocasión, apetece pararse a disfrutar de las vistas. Los personajes tienen un diseño fantástico, al igual que los enemigos, y es posible modificar el equipo y armadura, para cambiar su apariencia.

Sin ninguna duda, uno de los aspectos más sobresalientes de Destiny, es el sonido que acompaña durante la aventura. La banda sonora es magnífica y las melodías que suenan, tienen el tono adecuado en cada situación. Es contundente, épica y hace sentir la importancia del momento. Las armas, golpes y demás efectos son convincentes, al igual que las actuaciones de voz, que están en perfecto castellano y tienen un nivel muy alto.

Es cierto que la experiencia de Destiny no es del todo novedosa, ya que es similar a los que se puede encontrar en otros títulos como Borderlands, por poner un ejemplo, pero contiene detalles que lo diferencian del resto. Tiene sus defectos, como pueden ser la falta de contenido inicial, una historia corta y bastante típica (el bien contra el mal) y cierta sensación de repetición excesiva en niveles avanzados, pero eso no significa que sea un mal producto. Todo lo contrario. Tiene un nivel visual y sonoro muy alto, y en el terreno jugable no se encuentran fisuras. Todo funciona correctamente y las sensaciones, con el mando en las manos, son inmejorables.

Para terminar, destacar que el aspecto social de esta obra es el núcleo central de la experiencia en todos los sentidos. Puede ser abordado en solitario, pero Destiny luce sus mejores galas cuando se disfruta en compañía. Hacerlo solo es perderse la parte más importante de lo que tiene que ofrecer, aunque también es posible.