El Mallorca se concede un respiro en la tabla y mete en problemas al Rayo tras su primer triunfo liguero (2-1) de las últimas cinco jornadas, el cuarto del torneo liguero y el primero de la segunda vuelta que celebra ante su afición, después del agónico gol de Vedat Muriqi en el minuto 91.

Los seis puntos de ventaja sobre el Cádiz, que marca la frontera del descenso, permiten al equipo del mexicano Javier Aguirre encarar con un poco más tranquilidad el choque de vuelta por un puesto en la final de la Copa del Rey que se celebrará el 27 de febrero en el Real Arena después el 0-0 de la ida.

El Rayo del técnico almeriense Francisco Rodríguez, en cambio, no sale del bache tras una nueva derrota en las últimas jornadas. Todavía tiene un colchón -7 puntos- sobre la zona baja de la tabla, pero el equipo da síntomas de haber perdido fuelle.

El choque por huir de la zona baja de la tabla enfrentaba a dos equipos muy necesitados de puntos. Y esa urgencia se notó desde el primer minuto con la primera tarjeta amarilla a Nastasic por empujar a Kike Pérez en la entrada del área local.

El Rayo pidió penalti, pero el colegiado Munuera Montero no lo concedió; tampoco vio falta máxima en un agarrón de Lejeune a Muriqi poco después.

El choque careció de calidad futbolística en la primera parte, pero estuvo sobrado de un notable desgaste físico.

Muy pronto empezó a vislumbrarse lo que iba a ser el desarrollo de las acciones: presión alta, riesgos reducidos a la mínima expresión y el ojo avizor para aprovechar cualquier error del rival.

Los mallorquinistas afrontaron el duelo con Vedat Muriqi, no del todo recuperado físicamente de la lesión que le tuvo dos meses sin jugar.

El kosovar, no obstante, era el único recurso que tenía a mano Javier Aguirre por la baja de Cyle Larin, sancionado, y los problemas que arrastra Abdón Prats para comandar al ataque.

En defensa, con la habitual línea de cinco, el 'Vasco' eligió a Matija Nastasic para sustituir al lesionado Martin Valjent.

El Rayo afrontó la cita en un campo habitualmente adverso para sus intereses -7 derrotas y 2 empates en las últimas visitas a Palma- con la dupla atacante Sergio Camello-Kike Pérez.

Francisco recuperó al francés Pathé Ciss en el centro del campo y dejó en el banquillo a Raúl de Tomás y Radamel Falcao, dos goleadores en horas bajas.

La ocasión más clara para marcar la tuvo Isi Palazón casi al finalizar la primera parte. El extremo murciano recogió un rebote en el aérea chica de los bermellones, pero no acertó en el remate.

El Mallorca se fue al descanso con tarjetas amarillas para Nastasic, Dani Rodríguez y Muriqi, y una roja, que Munuera Montero -muy protestado por la afición mallorquinista- mostró al médico del club.

Aguirre dio entrada a Abdón Prats en la reanudación para reforzar el ataque.

El 'Vasco' cambió el sistema y decidió prescindir de uno de los cinco defensas, el lateral Nacho Vidal, para afrontar el segundo periodo con un 4-4-2.

La variación se notó de inmediato con el gol de Antonio Sánchez, libre de marcaje para aprovechar un mal despeje de Óscar Valentín en su intento de despejar de cabeza un centro al área.

El gol del centrocampista mallorquín serenó el juego de los locales ante un Rayo -ya con Trejo y Raúl de Tomás en el campo- que se lanzó en busca de la igualada, aun a costa de dejar espacios atrás.

El 1-1 llegó tras otro error defensivo. El uruguayo Gío González cortó un balón que iba para el portero Rajkovic, y el despeje llegó a poder de Álvaro García, que niveló el marcador cuando peor lo estaba pasando su equipo.

Al Mallorca, con el debut en Liga del serbio Nemanja Radonjic, cedido por el Torino en el mercado de invierno, le entraron las prisas. Pero se topó con un Rayo muy firme en defensa, que solo claudicó con el cabezazo impecable de Muriqi en el minuto 91.