Vuelven las catas a la plaza de Cervantes por los hundimientos

M.Lillo
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Operarios de los servicios municipales han realizado esta mañana una cata en la plaza, junto a la estatua de Cervantes, para analizar de forma superficial el estado en el que se encuentra la zona en la que se ha registrado un desnivel

Vuelven las catas a la plaza de Cervantes por los hundimientos - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Seis años después de que finalizaran las obras de la plaza de Cervantes, han vuelto a realizarse catas para determinar el estado en el que se encuentra la plaza, donde se han detectado nuevos hundimientos. De este modo, operarios municipales trabajaban hoy por la mañana en esta tarea, en concreto en la zona situada entre la estatua de Cervantes y una de las terrazas que hay ubicada en la zona. 

Se trata de una labor con la cual se comprueba el estado superficial de la plaza, el que hay debajo de las baldosas y el solado, a fin de determinar si presenta problemas de humedad que expliquen el desnivel que se ha registrado. Según ha podido saber este diario, no se descarta realizar nuevas catas, en otros puntos de la plaza, aunque dependerá de la disponibilidad de los operarios del servicio de Mantenimiento. 

El resultado de la cata de momento se desconoce. En el caso de que fuera necesario analizar el subsuelo, sería necesario contar con el estudio de una empresa especializada, tal y como se llevó a cabo en 2016,  cuando se ejecutó un estudio geotécnico previo a las obras de renovación de las tuberías del subsuelo. 

De hecho, según ha podido saber este diario, la concesionaria del servicio de aguas, Aquona, ha analizado en dos ocasiones el estado de estas tuberías y, en principio, no presentan problemas. No obstante, el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, afirmó el miércoles que se desconocen las causas de los hundimientos, que se hicieron más evidentes a partir de la DANA del pasado mes de septiembre, por el embalsamiento de agua que se produjo, pero que se detectó hace "siete u ocho meses", y que se analizará aquello que sea necesario para encontrar el origen y aportar soluciones. 

Cañizares afirmó que no puede volver a pasar el problema que se detectó en 2015, que dio lugar incluso a la declaración de ruina de un edificio y su posterior demolición, por el cual ahora hay que indemnizar con casi un millón de euros a sus propietarios, a los que los tribunales eximieron de responsabilidad sobre el deterioro del bloque y se acreditó a que se malogró por el mal estado del alcantarillado público.