La pantallización de la sociedad tiene sus consecuencias y algunas de ellas son más que evidentes y le han servido a la psiquiatra Marian Rojas para afrontar este fenómeno en su nuevo libro. Considera que hoy en día la sociedad se ha despojado de la gestión de su propio tiempo, que hay una crisis de atención y en eso destaca el protagonismo de las pantallas, que, además, «nos dan la sensación falsa de que somos superefectivos».

En Recupera tu mente, reconquista tu vida (Espasa), Rojas analiza temas que van desde la pornografía, el uso de redes y pantallas, hasta la mala alimentación o la soledad. En el libro hay dos personajes principales: la dopamina, que es la hormona del placer, la de los hábitos, la de la recompensa; y la corteza prefrontal del cerebro, que es la zona que ayuda a prestar atención, y con ellos pretende que el lector pueda sacar el mejor partido al cerebro y conseguir hábitos que  denomina «rutinas vitamínicas».

Rojas incide en que en los últimos años, la dopamina se va liberando también a través de los likes de las redes, de los videojuegos, de la pornografía o de la comida y advierte que esta hormona puede ser la mejor aliada pero también la peor enemiga, porque crea adicción.

«Las pantallas lo han hecho muy bien. Las pantallas nos dan la sensación falsa de que estamos siendo superefectivos, porque estoy viendo las rebajas de los uniformes del colegio de los niños, estoy enterándome de las noticias, porque estoy sabiendo qué tal están mis amigos, y piensas que no estás perdiendo el tiempo», reflexiona. Pero el problema, apunta, que si ese tiempo se nos va, luego muchas veces nos sentimos culpables por ello y en esa divagación mental «nos torturamos (...) Nos hacemos autoboicot, nos recuerda todo lo que no hacemos bien y entonces corriendo mi cerebro me dice, 'no sufras vía de escape rápida, dopamina'. Y no somos capaces de gestionarnos a nosotros mismos», abunda.

Sistema de recompensa

En el libro, la autora también ahonda en un controvertido tema y señala que la industria del porno busca captar la atención de los menores a través de los algoritmos y modificar su sistema de recompensa, y que «se está convirtiendo en la pedagogía de la sexualidad para muchos niños», por eso está favor de regular el acceso a estos contenidos.