El Balonmano Alarcos llega al ecuador de la fase por la permanencia en la División de Honor Plata contra las cuerdas. Tras dos derrotas y dos empates, el equipo que ahora entrena Rolando Urios está obligado a vencer este sábado en Zarauz (Guipúzcoa) al Amenabar (19.30 horas. Arbitraje de Gutiérrez Sobrino y Monjo Ortega) para alimentar sus opciones de salvación. Actualmente, los alarquistas dson séptimos a tres puntos de las posiciones de permanencia que marca el Alicante, y dos puntos por encima de su próximo rival, el Amenabar, que es octavo.
Por lo tanto, será una auténtica final para ambos equipos y así se lo toman en el Alarcos. Tras el empate del pasado domingo ante el Zamora, Rolando Urios y sus pupilos han analizado a conciencia los errores cometidos y tiene claro que no pueden volver a repetirse si quieren vencer en una pista siempre complicada como la del Amenabar. Es cierto que el conjunto guipuzcoano cuenta todos sus encuentros por derrotas en esta fase, pero también lo es que el Alarcos lleva nueve encuentros sin sumar la victoria. Un duelo de necesidades donde será fundamental controlar los nervios y la ansiedad.
A lo largo de la semana han arrastrado problemas físicos Diego Cadelo, Manuel Barrios y Adrián Mendoza, que son duda para este choque. "El equipo ha entrenado bien durante la semana, con intensidad y veo al grupo motivado", explicó Rolando Urios, que considera que errores en momentos puntuales del encuentro es el gran lastre que arrastra este equipo a lo largo de la temporada. "Es verdad que es un equipo joven, pero es que eso y ano vale. Hay que ganar y para lograrlo debemos hacer un partido durante los 60 minutos, no vale hacerlo 45 o 50 minutos", continuó el hispano-cubano.
"Allí nos espera un partido intenso, parecido al de Zamora ante un rival fuerte y correoso en defensa", analizó Urios, que también resaltó el ambiente que se vive en el pabellón. A falta de seis jornadas para el final de esta fase por la permanencia, el entrenador alarquista cree que la salvación "está difícil, pero no imposible" y durante su segunda semana al frente del equipo confiesa que ha pedido a su equipo "más contundencia en defensa, seguridad en ataque, efectividad en el lanzamiento y mejorar el repliegue defensivo".