De la devoción a la afición por el costal

H. L. Muñoz
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Javier y Santos son dos de los muchos costaleros que se pasan la Semana Santa bajo el paso, yendo de una hermaddad a otra

Javier Sánchez y Santos González, debajo del Prendimiento, instantes antes del retranqueo. - Foto: JESUS MONROY

Los pasos a costal se han convertido en uno de los elementos claves de la Semana Santa de Ciudad Real, con varias que han dejado atrás las ruedas, por el modelo sevillano. Un distintivo que necesita de dos aspectos claves bajo las imágenes, la devoción, para ser costalero, normalmente desde muy joven, pero también la afición, porque muchos de ellos, van de un paso a otro, saliendo cuatro o cinco veces en Semana Santa, haciendo casi una carrera de fondo de fe, para lucir las imágenes. 

«Yo salgo en el Prendimiento, en Jesús Cautivo, en la Virgen de la Esperanza del barrio del Pilar y en la Dolorosa del Perchel, tanto el Viernes de Dolores como el Jueves Santo», explica Santos González, uno de los muchos costaleros que van de paso en paso. «En mi caso saco al Nazareno, que sale el Domingo de Pasión y en la madrugada, el Prendimiento y también el Descendimiento, y también han pedido que echemos una mano y vamos a Almagro para sacar la soledad el Sábado Santo», señala Javier Sánchez, quien además de estas cinco salidas, suma otra procesión a ruedas entre medias que «también es acción de penitencia». 

Ambos se reunieron este jueves,  el último día que se unen los costaleros antes de la procesión. Es el retranqueo. En ese momento, todos se ponen el costal para probar que cada elemento del paso está en su lugar, que nada salta ni se cae en las levantás y giros y para preparar el orden de salida en el guardapasos. 

Santos ayuda a un compañero a colocarse el costal. Santos ayuda a un compañero a colocarse el costal. - Foto: JESUS MONROYAntes de llegar a esta noche, en la que empiezan su larga Semana Santa, ambos se preparan físicamente, por una parte. «Lo llamamos la operación costal» y arranca en octubre o noviembre, en el gimnasio, porque «son casi todo piernas y torso» cuando se ponen debajo, indica Sánchez, aunque asume que hay quien «no hace nada» y la fe es la que le da fuerzas para salir adelante. Santos González hace crossfit, «que da un puntito extra» para la Semana Santa. 

González suma que es ciudadrealeño, pero reside en Madrid, y estos días cambia la capital por su ciudad natal. Aquí a los 17 años, «hace ya 23», empezó con el costal, con dos pasos el Prendimiento y la Esperanza. «Aquí sigo y espero durar muchos años más». Después, señala, «la afición te hace probar otras cositas y al final acabas en otra casa, pero la devoción fue lo que me tiró a mí de joven». 

Para Javier Sánchez, la devoción le viene de su padre, «de herencia». «Mi padre era costalero y yo le acompañaba a todos lados y bueno, con 16 años ya estaba debajo de él, de mi hermandad, de la Dolorosa de Santiago». A partir de ahí, fue de una a otra, en unos casos por la familia y en otras por iniciativa propia, como le pasó con el Prendimiento y el Nazareno. «Al final tienes muchos amigos y es lo que te hace ampliar tus cofradías más que a tus devociones, también es un poquito la afición y sacar otras cofradías». De hecho, como muchas veces van los mismos de un paso a otro, en cada cuadrilla les igualan con los mismos compañeros, aunque vayan en posiciones diferentes, «según la estructura que sale». 

De la devoción a la afición por el costalDe la devoción a la afición por el costal - Foto: JESUS MONROYTras tantos días con el costal se acaba «a gusto», afirman. «La jornada que más cuesta es la segunda, porque la primera es como que te tira con ganas, pero la segunda te machaca» y, a partir de ahí, todo sigue hacia delante. Hasta que al final se piden algunos días de vacaciones extras, «intento trabajar a partir del miércoles siguiente» o «el martes», comentan. 

Costaleros en Ciudad Real Su punto de vista y su labor es clave para que la Semana Santa de Ciudad Real se haya convertido en un referente nacional, con cada vez más personas en la calle, pero a la vez este año ya son varias hermandades las que han señalado que les faltan costaleros. «Yo una de las hermandades que salgo es la de las Tres Cruces, que es el Cristo del Perdón y de las Aguas, y sale las ruedas toda la vida y yo no le veo ningún problema», apuntan y recuerdan también aquellas que salen a hombro, sin necesidad del costal. 

«Venimos de una Semana Santa que ha evolucionado», con el problema de que Ciudad Real, no es una localidad con tantos habitantes como Sevilla, y eso «pesa» a la hora de encontrar a quien quiere ponerse en las trabajaderas. «El Jueves Santo y el Viernes Santo se juntan seis hermandades en la calle», son muchas para encontrar quien saque todas las imágenes. En este sentido, recuerdan que la devoción está en quien ve las procesiones, en el costal o en quien lleva túnica, y estos últimos, los nazarenos, son la clave de la Semana Santa. «Una hermandad es mucho más y sin nazarenos no vamos a ningún lado», indican ellos que ven la procesión desde otro lado. 

De la devoción a la afición por el costalDe la devoción a la afición por el costal - Foto: JESUS MONROYDe hecho, Javier Sánchez es costalero, pero también prioste en el Prendimiento, el encargado de que todo quede perfecto en el paso, y cuando va bajo el paso lleva el móvil encendido para que le avisen por si necesitan de sus servicios porque algo se haya movido. «Esto es un equipo», hay muchas personas que se ocupan de que todo se encuentre en su sitio antes de que ellos se pongan el costal y escuchen el llamador.