Tres personas han fallecido en accidentes acuáticos en piscinas o zonas de baño naturales. El balance de datos que presenta el Gobierno de Castilla-La Mancha, de los cuales el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 112 ha tenido que intervenir, asciende a ocho los incidentes ocurridos este verano.

Comparando los datos con el año 2022, se ha producido un importante descenso en el número de accidentes, pasando de 38 intervenciones del 112 a las ocho de esta campaña estival. El número de fallecidos también desciende, siendo cinco los accidentes mortales el año pasado y tres durante el verano de 2023.

La reducción de accidentes, explica la Junta, se debe a "la nueva regulación de las actividades de uso público" en las zonas de baño naturales, especialmente la situada en los municipios de Enguídanos y Villora (Cuenca), donde el año pasado se produjeron la mitad de los incidentes.

Dos de los tres fallecidos de este verano han perdido la vida en zonas de baño naturales, como ríos y pantanos, mientras que la tercera se ahogó en una piscina particular.

El primero de los fallecimientos registrados se produjo el 8 de julio en la localidad toledana de Oropesa, donde un niño de 4 años fue encontrado en una piscina particular. Los otros dos casos tuvieron lugar en la provincia de Guadalajara. El primero de ellos el día 19 de agosto en Trillo, donde un hombre de 25 años se ahogó en el río Tajo; y el segundo, al día siguiente, falleció en el pantano de Bolarque, situado en Almonacid de Zorita, otro joven de 24 años.

Por lo que respecta al lugar donde se han producido los accidentes, cabe señalar que cinco de ellos han tenido lugar en piscinas, tanto particulares como municipales, mientras que los tres restantes han ocurrido en zonas de baño naturales.