A falta de algo más de un mes para que llegue la Navidad, el sector del turrón prevé un aumento de ventas con respecto al año anterior y confía en cerrar una «buena» campaña. El motivo es que el adelanto del frío está animando al consumidor a degustar con mayor asiduidad dulces navideños «trasladándole con antelación a la campaña navideña», por lo que sus previsiones no van por mal camino. Fiel reflejo de ello es que a falta de un mes de campaña, empresas del sector ya han superado las ventas del año pasado. Es el caso, por ejemplo, de la empresa Dulymaz, de Malagón, que ya ha superado los 350.000 kilos de producto de la pasada campaña, un año «regular» para el sector. Así lo comenta a La Tribuna, su gerente, José David Cruz, quien asegura que «el tiempo está acompañando» a conseguir mayor número de ventas, aunque los datos se conocerán oficialmente en enero, una vez finalizada la temporada. Y eso, que el precio de la almendra no vive uno de sus mejores momentos.

Dulymaz comercializa bajo esta misma marca mazapanes y dulces navideños. El mazapán se elabora con un «50 por ciento de almendra, producto que empezó a pagarse a 2,45 euros el kilo, subió a 13 y ahora llega a los 5,80 euros», comenta Inmaculada García, de la empresa tomellosera Ramarsan y que fabrica los mantecados y las pastas de almendra del mismo nombre. De momento, «el precio permanece estable», añade Cruz, aunque eso no significa que no vuelva a estar al alza, pues «hace tan solo dos años se situó en siete euros». Un alto coste que las grandes superficies «no están admitiendo», por lo que esta posición les llevará en algunos de los casos a no cubrir los gastos, lamenta García, quien señala que su producto (mantecados) es uno de los más baratos de la Navidad. «El problema que se nos plantea a los artesanos, es que es muy difícil competir con toda la industria que existe. El artesano es más caro porque utiliza las manos, pero las grandes superficies, que son las que marcan los precios y las directrices, no nos admiten esa subida ni nos reconocen como artesanos», argumenta García.

Ante esta situación, el sector ha tenido que hacer un esfuerzo mayor y «no se ha bajado la calidad», pues «se ha intentado echar la misma cantidad de almendra». De lo contrario «dejaría de ser nuestro producto», comenta García de la empresa Ramarsan, y que el año pasado vendió al menos 15 toneladas de mantecado, cifra que también espera superar esta Navidad, ya que «las expectativas son buenas». Opinión que también comparten desde la empresa malagonera, donde se lamenta también que las grandes cadenas no admitan «jamás» esa subida de precios en la materia prima, en este caso la almendra, por lo que «los precios se ajustan a lo máximo y se intenta reducir nuestros márgenes». En calidad y en presentación «no se reduce nunca», incide su gerente, José David Cruz para señalar después que «los seguros sociales que se pagan son cada vez más elevados». De hecho, la generación de empleo es otro de los puntos claves en estas campañas navideñas, que para el sector turronero comienza aproximadamente a mediados de agosto y se prolonga hasta diciembre. Meses de intenso trabajo en los que los empresarios se ven obligado a aumentar la plantilla. Así, en Dulymaz se ha pasa de los siete trabajadores que permanecen todo el año hasta los 35, lo que significa multiplicar por cinco el personal.