Un impulso manchego para la JMJ de Lisboa

Diego Farto
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Irene Gutiérrez y Carlos Campo son dos de los más de 400 jóvenes de la Diócesis de Ciudad Real que participarán del 1 al 6 de agosto en los encuentros con el papa en la capital lusa

Un impulso manchego para la JMJ de Lisboa - Foto: Tomás Fernández de Moya

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) reunirá este año en Lisboa (Portugal) a más de 300.000 jóvenes católicos, de los que unos 400 partirán desde la Diócesis de Ciudad Real. Entre ellos, Irene Gutiérrez, una estudiante de Bachillerato de 17 años y Carlos Campo, un médico de 25.

Para la joven, esta cita es una ocasión de participar en un evento que le permite mostrar su fe en medio de una sociedad que lo ve como una rareza. «La JMJ es una oportunidad de vivir mi fe con alegría», afirma. Por su parte, Campo valora «estar con gente de todo el mundo que comparte la misma fe». 

Para el médico ciudadrealeño esta es su segunda experiencia en una JMJ, puesto que en 2016 estuvo en la de Cracovia (Polonia). En cambio, para Gutiérrez esta será su primera ocasión, aunque el año pasado ya tuvo una experiencia que ahora le sirve de introducción. «Estuve en la Peregrinación Europea de Jóvenes, en Santiago de Compostela», revela. Tan positivo fue el encuentro que lo define como «un chute de energía, al llegar a Ciudad Real tenía muchísimas ganas de colaborar con mi parroquia». Allí forjó su decisión de acudir a Lisboa.

Un impulso manchego para la JMJ de Lisboa
Un impulso manchego para la JMJ de Lisboa - Foto: Tomás Fernández de MoyaCampo remonta su decisión a 2019, cuando concluyó la anterior JMJ en Ciudad de Panamá y se anunció que la siguiente sería en la capital lusa. «Me dije: ahí tengo que ir», recuerda.

El médico viajará al país vecino acompañado por su novia y su hermana, mientras que Gutiérrez señala que estará arropada por muchas personas que conoció en la capital gallega, además de familiares cercanos, como una prima.

La joven se ha preparado para acudir a la cita lisboeta, con asistencia a catequesis, oración y la misa dominical. «También en la parroquia de Santiago hemos tenido reuniones con jóvenes y la verdad es que han servido de mucho, porque el cura nos ha preparado para la jornada», remacha.

Por el contrario, Campo no tiene conciencia de haberse preparado, «no he hecho nada especial» apunta, aunque también ha participado en las actividades para jóvenes de la parroquia de Santiago. «Don Antonio Ruiz está acompañando a varios jóvenes que estamos intentando hacer un grupo en Ciudad Real y nos juntamos todos los martes en la hora santa», explica. 

El médico ciudadrealeño espera dos momentos, «el sábado y el domingo se va todo el mundo a una especie de explanada grande, allí se hace una vigilia en la que se junta gente de todo el mundo», precisa; y al día siguiente, la misa. 

Una idea en la que coincide Gutiérrez. «Creo que ver a tantos jóvenes, en silencio, escuchando las palabras del papa, y saber que Jesús ha creado todo eso nos hace muy felices a todos», detalla.

La joven admite que no ha hecho planes fuera del programa oficial, ni siquiera para conocer algún lugar de Lisboa al margen de los itinerarios de la organización. 

Campo confiesa: «A mí me apetece ir a la playa», aunque más allá de ello no tiene planes. «Cuando fui a Cracovia lo llevaba todo muy pensado, pero esta vez voy un poco a la aventura», reconoce.

Los jóvenes ciudadrealeños encuentran apoyo en su entorno. «Mis padres estuvieron cuando ellos eran jóvenes, en Santiago (1989), saben lo que es», relata el médico. «Mi padre, cuando estuvo trabajando en Madrid hace unos años, tuvo la oportunidad de cruzarse con mucha gente que estaba participando en la JMJ de 2011 y la alegría que vio en esos jóvenes se le quedó grabada», comenta Gutiérrez.