En los últimos años se ha producido una expansión social del juego con dinero debido a la proliferación de salas de apuestas y salones de juego por todo el país, algo que ha hecho proliferar distintos tipos de juego y especialmente el juego online. Esta amplia oferta y las implicaciones negativas que puede llegar a tener, como la ludopatía, ha generado preocupación en las familias, las asociaciones de afectados por ludopatía y, por supuesto, entre las autoridades sanitarias.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado recientemente un decreto por el que se suspende la concesión de nuevas autorizaciones de instalación de establecimientos de juegos durante los próximos cuatro años, con el objetivo de reducir la densidad de este tipo de locales en la región, que es superior a la media española y mitigar, así, los efectos de ludopatía que pueden generar.

El primer paso para curar la ludopatía es reconocer el problema. Comentarlo con algún familiar o amigo con el fin de encontrar ayuda se convierte en un factor determinante para la rehabilitación. 

El jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan, Luis León Allue, explica a La Tribuna que para salir de este agujero es necesario que la persona inicie el contacto con los servicios médicos. «Es la persona la que debe iniciar el contacto telefónico con la Unidad de Conductas Adictivas. Esto es así porque es necesario que exista una implicación real de la persona que solicita la ayuda, pues a veces existen diversos tipos de presiones para consultar y, en esos casos, el tratamiento no funcionaría adecuadamente». 

Una vez realizado este primer paso, la persona es atendida por la psicóloga clínica y la enfermera fundamentalmente; pero también por la médico cuando hay politoxicomanía asociada. Léon Allue explica, además, que en los casos en los que hay problemas judiciales, interviene la trabajadora social, que se coordina con la asesoría jurídica del Sescam. «La intervención que se realiza es ambulatoria porque no se dispone de centros específicos de internamiento para tratar esta patología», añade. 

El doctor detalla que hay dos tipos de pacientes que son tratados en la Unidad de Conductas Adictivas. Por un lado, está el grupo mayoritario de personas que acuden por presentar adicciones a varias sustancias –alcohol y cocaína, fundamentalmente–, además del juego. La edad media de este grupo está entre los 20 y los 40 años. Por otro lado, están las personas que solo consultan por problemas de juego patológico, cuyas edades van desde los 35 a los 65 años. «Algunos de ellos presentan, además, diversos problemas sociales asociados como la prostitución o la delincuencia», explica. 

También llegan niños. Respecto a la edad de inicio para apostar, León Allue reconoce que la más frecuente es entre los 20 y los 30 años y que la prevalencia es «muchísimo» mayor en varones. No obstante, en la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan se están atendiendo casos de adolescentes e «incluso niños que sustraen las tarjetas de crédito de sus padres para realizar apuestas online», alerta. 

Un estudio realizado a los adolescentes a través de la encuesta 'Estudes' demuestra la importancia del problema del juego con dinero entre los más jóvenes. Uno de cada cinco estudiantes de 14 a 18 años de Castilla-La Mancha ha apostado dinero en juegos de azar en los últimos doce meses. 

Además, según los resultados de la escala Lie/Bet, casi el 4% de los estudiantes de entre 14 y 18 años pueden tener problemas con el juego, cifra mucho mayor que la encontrada en la población general.

En cuanto al dinero, cuando se les pregunta sobre la apuesta máxima realizada en un día, el resultado es que en el juego presencial lo más corriente es jugar menos de seis euros, mientras que el valor modal en el juego online está entre seis y 30 euros. 

La ludopatía desarrollada en adolescentes, previamente víctimas de adicciones desde la edad más joven como los videojuegos, puede convertirse en un problema grave incluso extrapolable a la edad adulta. Los expertos aseguran que la educación en centros académicos y la prevención en el seno familiar contribuyen a reducir el desarrollo de esta enfermedad en los más jóvenes que, lamentablemente, se van sumando silenciosamente al auge que tienen las plataformas de juegos de azar online.