Admitiendo que no le «duelen prendas» en afirmar que «me puedo haber equivocado, sobre todo porque no soy consciente de hasta qué punto se pueden sacar de contexto las cosas», el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha esbozó ayer un particular conato de disculpa. Apuntó, respecto a las múltiples voces que le han tachado de machista, tener «el máximo respeto por los trabajadores y trabajadoras domésticas».

A modo de peculiar disculpa, García-Page insistió en mostrar públicamente «el máximo respeto por los trabajadores domésticos que puede tener Cospeda». Personal al que, repitió, «les pido disculpas de corazón porque no iba con ellos en absoluto».

Argumentando que sus palabras han sido malinterpretadas, aclaró que la reflexión desencadenante del problema «era responder a una pregunta muy clara de limpieza política del caso Bárcenas». Así, lo que trataba de decir es que «Cospedal no está en condiciones de poder limpiar el caso Bárcenas» e insistió en lamentar que alguien haya «malinterpretado» sus declaración porque, apuntó, «no tengo ningún inconveniente de cambiar la expresión, que no me gusta además, por trabajadores domésticos».

 

Los «usos» del PP. Preguntado por si esta aclaración conformaba el perdón solicitado por el PP,  Emiliano García-Page aseguró que «no se trata del concepto  del perdón del PP» al utilizarlo, destacó, «para asesinarme a mí políticamente» olvidándose de «todos su compañeros/compañeras que pueden hablar de un tema o de otro». Por ello, y anunciando que no va a entrar «en ese juego», Page volvió a pedir «disculpas a los trabajadores domésticos que trabajan para la señora Cospedal». 

Así, subrayó que puede «cometer errores, que los cometo y los cometeré en el futuro», e insistió en justificar sus palabras del jueves, abundando en que hablaba en todo caso de la limpieza política de Bárcenas, también cuando se refirió a la presidenta regional manifestando sus dudas sobre si sabría utilizar la aspiradora.