Anro es seleccionada para intervenir en la construcción del centro de arte de Botín

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La empresa tomellosera se encargará de fabricar una estructura metálica y grandes celosías que conecten los pilares con los forjados

Recreación del nuevo centro de arte Botín - Foto: /LT

La empresa Industrias Metálicas Anro, con sede en Tomelloso, ha sido seleccionada para intervenir en la construcción de la estructura metálica del nuevo centro de arte Botín, en Santander. Es un proyecto promovido por la Fundación Botín, concebido y diseñado por el arquitecto Renzo Piano. Está previsto que sea una realidad en el año 2014 y cuenta con un presupuesto de 62 millones de euros.

En la presentación del proyecto en Santander, Renzo Piano dijo que se enmarca en «su trayectoria personal de diseño de centros culturales abiertos, tolerantes y accesibles a todos, desde el centro Pompidou, de París, pasando por el Auditorium de Roma, la Fundación Beyeler, en Basilea, la Morgan Library, en Nueva York o el Art Institute de Chicago». «Todos ellos lugares urbanos y queridos por la gente», afirmó.

Por su parte, Emilio Botín dijo que habían acudido «al mejor arquitecto del mundo, unido a un equipo magnífico y a un método de trabajo probado en cientos de proyectos que ya son referencia en todo el mundo».

 El centro de arte Botín, de unos 6.000 metros cuadrados, se convertirá en el corazón de las actividades de la Fundación Botín. Dividido en dos alas, el edificio contará con una galería de exposiciones y un auditorio de 300 plazas. El acceso se hará desde los jardines de Pereda, a través de una rampa de 100 metros. Parte del edificio, integrado en la bahía y el paisaje urbano de Santander, estará sobre el agua, soportado por ocho piletas.

La estructura metálica en la que interviene Anro se organiza en tres unidades diferenciadas. Cada una de ellas es independiente y estable por sí misma y debe permitir la existencia de salas diáfanas y, en algunos casos, «volúmenes que vuelan sobre el mar próximo a los edificios». Además, el conjunto queda accesible y suspendido estructuralmente de los laterales de ambos edificios con pilares metálicos esbeltos.

 Además, Anro construirá para estos edificios grandes celosías metálicas que recogerán todas las cargas de los forjados para transmitirlas a los pilares y salvarán las luces existentes entre ellos.

El proyecto debe liberar un área hasta ahora portuaria y destinada a un aparcamiento, así como eliminar el tráfico rodado que la aislaba mediante la construcción de túnel. Después se ampliará el centenario Jardín de Pereda, que ve duplicada su superficie y lo lleva hasta la orilla en una operación urbanística que devuelve la ciudad al mar.

 

200.000 VISITANTES. El nuevo edificio aterrizará sobre el borde del muelle y  lo situará en voladizo sobre el agua, como una especie de pequeña nave proveniente del espacio, a la que los visitantes, unos 200.000 anuales según los promotores, accederán desde los jardines de Pereda, a través de una rampa de 100 metros.

Por otra parte, un trampolín extiende la rampa otros 25 metros en el mar, lo que permite una visión privilegiada del entorno y la bahía santanderina, a siete metros de altura.  La Fundación Botín se hará cargo del coste anual de funcionamiento del edificio, de siete millones de euros, a cambio de la concesión de los terrenos por un máximo de 52 años. El efecto directo del centro Botín sobre el empleo se estima en unos 600 puestos de trabajo en Cantabria.

Industrias Metálicas Anro, que cumplió en 2010 su medio siglo de vida, es la primera empresa de su sector de la región y de España que logra el Marcado CE con Aenor de Estructuras Metálicas (UNE en 1090-1:2011) para Obra Civil  y Edificación, que la capacita para poder vender sus estructuras metálicas en todos los países de la Unión Europea, dos años antes de que la norma sea obligatoria para todas las empresas.

 Con una plantilla especializada de más de 200 trabajadores, Anro ha realizado recientes inversiones de más de 2,5 millones de euros para ampliar sus instalaciones en Tomelloso, que ocupan casi 25.000 metros, y adquirir equipamiento. Así, se ha duplicado su capacidad de producción hasta las 2.500 toneladas al mes, pero «mantiene los estándares de calidad e incrementa su competitividad internacional».