El Consistorio adapta al calor las tareas de sus trabajadores

M. L.
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El protocolo de riesgos laborales permanece activo y contempla la programación de las tareas más intensas a primera hora de la mañana o ajustes al final de la jornada laboral

Un operario de limpieza, durante estos días de altas temperaturas. - Foto: Rueda Villaverde

El verano en la provincia es sinónimo de calor, de mucho calor, como el que se está registrando en esta segunda ola de altas temperaturas,

y por ello el Ayuntamiento de Ciudad Real tiene activado el protocolo para regular el trabajo de los empleados municipales teniendo en cuenta que en la capital los termómetros se sitúan cerca de los 40 grados en los meses de julio y agosto.  

El portavoz del equipo de Gobierno, Guillermo Arroyo, detalló que es un protocolo que «viene de otros años» y que se comunica desde Prevención de Riesgos Laborales al conjunto de los trabajadores, de manera que el objetivo es que se eviten posibles golpes de calor o siniestros asociados a las altas temperaturas.

El protocolo, que ya se activó de hecho con la primera ola de calor de junio, se divide en las tareas que están asignadas a los encargados de servicios municipales y que van desde la recomendación de que consulten diariamente la página web de la Aemet para informarse sobre posibles alertas, hasta programar los trabajos más intensos a primera hora de la mañana, organizar el trabajo en equipos, siempre que sea posible y para evitar que estén solos en su puesto de trabajo, así como hacer ajustes al inicio y al final de la jornada para evitar las horas de más calor.

Del lado de los trabajadores, recomienda el uso de gorras o sombreros, mantenerse hidratados a lo largo de toda la jornada, adaptar también el trabajo para evitar estar a la intemperie en las horas en las que hace más calor o comunicar cualquier indisposición o malestar. Limpieza o Mantenimiento son los más afectados. Hay que recordar, en este sentido, que el año pasado murió un empleado de limpieza del Ayuntamiento de Madrid por un golpe de calor.

El objetivo es, explicó el presidente de la Junta de Personal, José Luis Márquez, garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, teniendo en cuenta también que en Castilla-La Mancha se activa la alerta naranja a partir de los 37 grados y la roja desde los 40. Además, apeló a la prudencia de los trabajadores para evitar estar a pleno sol durante las horas de más calor o en periodos muy prolongados.