Aunque la primera mitad de 2023 se ha colocado como la más calurosa en más de 100 años en Ciudad Real, con un grado por encima de los valores medios que marcó el histórico 2022, el año récord de calor en la capital, la lucha contra el fuego en la provincia apenas ha notado los efectos de esa subida de los termómetros. Según los datos que recoge el Infocam, el mes de junio deja apenas cuatro incendios en el medio natural de la provincia, que suma, en medio año, 39 siniestros, de los que 14 han sido incendios y 25 no han llegado a pasar de conatos.

Eso supone que de cada diez incendios que se han declarado en la provincia, seis no han superado la calificación de conatos, esto es, no han llegado a afectar a más de una hectárea de terreno. Ciudad Real, después de Toledo, es la provincia menos afectada, hasta ahora, por los fuegos dentro de la región, donde han ardido 791 hectáreas entre enero y junio. En el caso de la provincia, el fuego ha arrasado 152 hectáreas forestales, de las que algo más de 12 eran vegetación leñosa, arbolado.

Más que en 2022. Durante junio, en la provincia, se han contabilizado dos conatos y dos incendios que han afectado a algo 66 hectáreas de terreno. A estas alturas del año, Ciudad Real registra más incendios que en 2022, un año que dejó los mayores problemas a finales del mes de julio, cuando se llegaron a declarar cuatro fuegos de forma simultánea en las Lagunas de Ruidera, Saceruela, Fuente el Fresno y Malagón. Este último afectó a unas 3.000 hectáreas de terreno hasta que se consiguió dar por extinguido tras el trabajo de casi 400 personas y después de desplegar en la zona un total de 82 medios, de los que doce fueron aéreos.