Adiós a un gran pintor

A. Díaz / Albacete
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Subtítulo Familiares y amigos despidieron a José Antonio Lozano, patriarca de la pintura albacetense, en la Catedral, donde se ofició la misa por su eterno descanso antes del traslado a su Yeste natal, donde fue enterrado

Un momento de la misa en la Catedral de Albacete por el eterno descanso de José Antonio Lozano. - Foto: J.M. Esparcia

La Catedral de Albacete acogió  la multitudinaria misa por el eterno descanso de José Antonio Lozano Guerrero, patriarca de la pintura albacetense que falleció el domingo en el Hospital Perpetuo Socorro de la ciudad.

Amigos, familiares y representantes institucionales quisieron estar presentes en este último adiós a José Antonio Lozano, antes de ser trasladado a su Yeste natal, donde recibió sepultura. Él era  una referencia de la pintura de la segunda mitad del siglo XX, enorme paisajista, que además continuó trabajando hasta poco tiempo antes de fallecer. Los amigos, muchos de ellos pintores, muy ligados a Lozano desde la época del Taller de Artes Plásticas,  visiblemente emocionados, quisieron acompañar a la familia en esos momentos.

Precisamente ese cariño lo transmitía Godofredo Giménez, que adelantó a La Tribuna de Albacete que ya se prepara un merecido homenaje. Recordaba que «se rindió a José Antonio Lozano un reconocimiento en el Casino Primitivo, pero ahora lo que José Antonio se ha llevado también es una época, sin duda de una importancia tremenda en la pintura local, en la que él ha hecho una labor de verdad extraordinaria. Entonces más que un homenaje, es un reconocimiento de  la época que él casi creó en Albacete, por lo que dentro de unos días nos reuniremos unos amigos para programar ese reconocimiento».

Acompañado hasta el último momento.

José Antonio Lozano, viudo y con tres hijos, ya descansa en su villa natal de Yeste, de la que era Hijo Predilecto. Su hijo, Luis Lozano Garay, que continúa la saga, decía a La Tribuna de Albacete, decía que «mi padre ha estado acompañado hasta el último momento porque hemos estado  con él ahí, pero no pensábamos que el desenlace iba a ser tan inmediato, aunque ya llevaba más de 20 días en el Hospital y como  estaba ya mayor, falló el corazón».

Recordaba que en octubre, el día de su cumpleaños, «no sólo yo, también un grupo de amigos artistas estuvimos comiendo con él en el restaurante El Sol, porque además se da la circunstancia que el dueño del local era muy amigo de mi padre y tras la reapertura, le hizo mucha ilusión compartir con estos amigos la comida. Además en el restaurante hay muchos cuadros suyos, casi podemos decir que una sala está dedicada a mi padre, porque tiene muchas obras expuestas».

Luis Lozano valoraba la figura  de su padre, «un pintor de su época, de los años 60 para acá que supuso, dentro del paisaje, una renovación. Aparte nosotros cuando vinimos a Albacete, dejó lo que teníamos en el pueblo y montó la Sala Estudio, que era un espacio de encuentro donde iban muchos artistas y por donde pasaron, a nivel expositivo, muchos pintores locales y de fuera. Se podían ver grandes exposiciones de pintura en aquella sala».

Reconocido como auténtico patriarca de la pintura albacetense, José Antonio Lozano ha dejado un gran legado artístico y todavía se recuerdan sus últimas exposiciones en el Museo Municipal de Albacete.

Recordaba Luis Lozano que además de ser muy querido, «aglutinaba mucho y luego, cuando lo eligieron director del Taller de Artes Plásticas, reunió a importantes creadores locales; también por el estudio siempre pasaban todos, tanto para exponer como para visitarlo y recuerdo precisamente esas visitas de colegas de Madrid, Barcelona, Valencia o Murcia».

No dejó los pinceles hasta el último momento. Artista completo, «disfrutaba con la pintura y es que estuvo pintando hasta hace muy poco, incluso tenía un par de acuarelas a medio. Ya no hacía grandes obras, pero sí que seguía con sus acuarelas, vendiendo incluso hasta hace poco», recordaba Luis Lozano Garay.

Cospedal: «Su intensa labor y su obra estarán siempre presentes»

La muerte del decano de los pintores albacetenses, José Antonio Lozano, ha supuesto una importante pérdida para el mundo artístico y cultural regional. Así lo ha hecho constar también la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, que ha enviado un telegrama de pésame a la familia de José Antonio Lozano,  el gran pintor albacetense nacido en la localidad de Yeste que perdía la vida este domingo. En la misiva, María Dolores Cospedal asegura que «su intensa labor como pintor y su múltiple obra vinculada a Albacete estarán siempre presentes entre sus paisanos». La presidenta de la Junta de Comunidades ha querido trasladar asimismo«palabras de condolencia y un fuerte abrazo» a toda la familia del pintor «en estos tristes momentos».