Antonio Caba y Gaspar Rivera han acudido hoy a los juzgados de Manzanares para declarar en relación a la muerte del empresario Jesús María González, cuyo cuerpo apareció descuartizado y quemado en el pozo de una finca cercana a la A-4, en el término municipal de Manzanares. Antonio Caba, principal sospechoso de la muerte del empresario, se acogió a su derecho a no declarar, mientras Gaspar Rivera se ratificó en lo que ya declaró ante la Fiscalía y a la Guardia Civil y confesó una vez más que él fue «colaborador y encubridor». Su colaboración para encontrar los restos del empresario le ha reportado beneficios y el juez que instruye la causa decretó su puesta en libertad provisional con medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la comparecencia semanal en el juzgado y la prohibición de salir del territorio español como así informó a La Tribuna su abogado, Abel Miranda. 

Pero de momento, Rivera no saldrá de la cárcel, ya que aún falta el auto del juez sobre la libertad provisional de Gaspar en el procedimiento por la muerte de Juan Miguel Isla, otro empresario desaparecido en Manzanares y cuyos restos aparecieron el pasado mes de marzo en el interior de un pozo de una finca de Valdepeñas. El letrado señaló que Rivera se encuentra «más aliviado y cada vez más tranquilo al ver que su colaboración para poder encontrar el cuerpo de Jesús María González está dando resultados».