La sequía deja un nuevo récord de indemnizaciones agrarias

Manuela Lillo
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La cuantía se eleva a los 20,5 millones tras triplicarse la superficie afectada en la provincia, más de 60.000 hectáreas, con daños sobre todo en el viñedo y en los cereales

La sequía deja un nuevo récord de indemnizaciones agrarias - Foto: Tomás Fernández de Moya

Si 2022 fue un año malo meteorológicamente hablando para el campo, 2023 fue aún peor. Así se constata en los partes cursados al seguro agrario, que marcan «un nuevo récord de indemnizaciones» en la provincia de Ciudad Real, según informó a este diario Juan Carlos Fernández, director territorial en La Mancha de Agroseguro. 

La cuantía de estas indemnizaciones por daños en el campo se elevaron en 2023 hasta los 20.588.177,81 euros en la provincia, frente a los 6.248.030 euros del año anterior, «cuando también fue récord», recordaron desde Agroseguro. 

Y es que la sequía, y, puntualmente, el pedrisco, impactaron de lleno en el sector agrario, de manera que se han duplicado y hasta triplicado los indicadores de actividad de los seguros agrarios. 

En este sentido, el número de siniestros ha pasado de los 1.775 del año 2022 a casi 4.000 (3.960) del pasado 2023, lo que supone un incremento del 124,5 por ciento. Esto también ha incidido en el número de parcelas afectadas, que ha pasado de las 10.584 de 2022 a las 26.527 de 2023, lo que en este caso supone un 150,6% más. 

Esto ha tenido una incidencia, claro está, en la superficie declarada siniestra, que prácticamente se ha triplicado en el último año al pasar de 21.938 hectáreas a 63.377, según los datos facilitados a La Tribuna desde Agroseguro. 

«En los herbáceos y en las uvas de vinificación, más del 80% de los daños son consecuencia de la sequía», aseveró Fernández en referencia a los dos grandes cultivos con los que cuenta la provincia, junto al olivar. De hecho, en 2023 hubo 24.785 hectáreas de viñedo declaradas siniestras, del mismo modo que en cuanto a herbáceos, es decir, los cereales, se cifraron en 25.862 hectáreas. En este caso, a la falta de lluvias, se unieron temperaturas altas que dieron al traste con gran parte de la cosecha de la provincia. 

Esto quiere decir que ambos cultivos concentraron hasta 50.647 hectáreas, el 80% de las más de 63.000 que se vieron perjudicadas en total en la provincia como consecuencia principalmente de la falta de lluvias. 

«Los grandes cultivos en superficie son las uvas y los herbáceos y hemos tasado el 100% de lo contratado en herbáceos y cerca del 70% en uva en Castilla-La Mancha», agregó Fernández.

Por lo que respecta a otros cultivos comunes en la provincia, como las hortalizas, desde Agroseguro explicaron que sus daños se debieron a los episodios puntuales de pedrisco que se registraron en los meses en los meses de mayo, junio y septiembre en distintos municipios. En este caso, comentó que afectaron principalmente al cultivo del ajo.  

daños por comarcas. La radiografía de los datos del seguro agrario en 2023 ponen de relieve que la comarca de La Mancha fue la más afectada, teniendo en cuenta que es «donde están los grandes cultivos». En esta zona, que abarca municipios como Tomelloso o Alcázar de San Juan, se contabilizaron 39.461 hectáreas siniestradas, la mayoría de uva y herbáceos, con una indemnización de 16,7 millones de euros. 

Le sigue en superficie afectada la comarca de Campo de Montiel, con 13.248 hectáreas dañadas, aunque en este caso con una indemnización de 2,1 millones. 

En la comarca de Campo de Calatrava se han siniestrado 5.197 hectáreas por las inclemencias del tiempo (alrededor de un millón de euros en indemnización), mientras que en Montes Sur han sido 2.888 hectáreas (casi 400.000 euros), y en Montes Norte, 2.045 hectáreas con indemnizaciones que ascendieron a 137.000 euros. 

A la espera de este 2024. Teniendo en cuenta que tanto 2022 como 2023 han sido annus horribilis para el campo, el sector está a la expectativa de este 2024 en el que todavía no han hecho acto de presencia las lluvias de manera significativa. De hecho, la sequía podría volver a ser un factor determinante a la hora a afrontar la nueva campaña de Agroseguro, como también lo es ya para los agricultores, que en muchos casos están condicionando sus plantaciones a la falta de precipitaciones, a lo que se une el nuevo recorte a las dotaciones de agua procedentes de los acuíferos. 

«La incertidumbre ante estos eventos climatológicos es mayor en los últimos años y la sensación de riesgo en el sector agrario se nota», dijo Fernández, al tiempo que explicó que esto conlleva un aumento de la contratación de las distintas líneas de los seguros agrarios, un paraguas de protección que ha crecido «en un 16 por ciento a nivel nacional», concluyó.