El embalse de Torre de Abraham ha ganado casi 17 hectómetros cúbicos en una semana, una importante recarga fruto de las lluvias que ha dejado la borrasca Efraín que ha cambiado el panorama que ofrecía esta gran presa de la provincia y ha dado un giro total a las perspectivas de los agricultores. De verse sumidos en la sequía, con tan sólo 11 hectómetros cúbicos de los 183 que puede almacenar, a contar ya «casi 28», una reserva que abre una puerta a la esperanza para que, este año sí, cuenten con dotaciones para el regadío de los cultivos de la zona.

La presidenta de la Comunidad de Regantes de Torre de Abraham, María del Mar Rodríguez, recordó a La Tribuna que este verano sólo han tenido disponibles 190.000 metros cúbicos para evitar la mortalidad de los leñosos, tales como la vid, el olivar o el almendro, un 'abismo' en relación a los 33 hectómetros cúbicos que tienen de concesión. Ahora ven correr el agua por los ríos Milagros, Bullaque y por varios arroyos que siguen 'alimentando' el embalse. «Estas lluvias nos han devuelto la alegría después de tres años», tras comentar que ayer mismo seguía lloviendo en la zona. La previsión es que, en el caso de que cesaran las precipitaciones, siguiera entrando más agua «unos días más».

El espectáculo es tal tras estos tres años de escasez de lluvias y de descenso de las reservas de los embalses que un gran número de agricultores y ganaderos de la zona están acudiendo a la propia presa para ver la crecida. «Parece una procesión», dijo de forma gráfica.

Para Rodríguez, la buena noticia no es sólo que Torre de Abraham está cogiendo agua, sino que también lo está haciendo el Gasset. «A ver si este año no hay que trasvasar», apuntó en referencia a la tubería que conecta ambos embalses y que activa la Mancomunidad del Gasset cuando el Gasset cuenta con menos de 14 hectómetros cúbicos.

En este sentido, la presidenta de los regantes de Torre de Abraham subrayó la gran capacidad que tiene este embalse, frente a la limitación de recurso del Gasset (con capacidad para 38 hectómetros), por lo que advirtió de la pérdida del recurso que supondría el trasvasar agua y que en invierno o primavera lloviera de forma abundante, lo que desbordaría- dijo- esta presa mientras que Torre de Abraham seguiría contando con capacidad.