Las excavaciones vuelven al yacimiento de Brazatortas

E. Press
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La acción vuelve a ser posible de nuevo gracias a una inversión exclusivamente municipal que para estas labores prospectivas de campo sufraga, en su totalidad, el Ayuntamiento torteño por espacio de cuatro meses, con un montante de 86.000 euros.

Las excavaciones vuelven al yacimiento de Brazatortas

El yacimiento arqueológico de Cruz de Mayo en Brazatortas ha recuperado la plena actividad con una nueva campaña de excavaciones que, con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad, se extenderá hasta el mes de noviembre.

Como novedad respecto a años anteriores, según informa su equipo de arqueólogos, este verano se van a sumar trabajos de consolidación y conservación preventiva del yacimiento, al objeto de preservar las numerosas estructuras que han sido descubiertas.

La acción vuelve a ser posible de nuevo gracias a una inversión exclusivamente municipal que para estas labores prospectivas de campo sufraga, en su totalidad, el Ayuntamiento torteño por espacio de cuatro meses, con un montante de 86.000 euros.

De dicha cuantía, 60.000 euros se corresponden al contrato para el equipo técnico que dirige las excavaciones y los otros 26.000 euros al plan de empleo local que ha permitido destinar cuatro operarios al yacimiento.

El alcalde, Pablo Toledano, enfatiza la "enorme apuesta que años atrás decidimos dar en un enclave que, conforme los avances ya alcanzados, confiamos en desentrañar el origen de este enclave humano del que somos herederos y, en paralelo, sentar las bases de otro recurso que en futuro pueda redundar en nuestros atractivos para ser visitados".

El yacimiento arqueológico de Cruz de Mayo se localiza a apenas un kilómetro al sureste del casco urbano torteño, en dirección al cercano complejo turístico del Pantano de Carboneras.

Se asienta sobre un pequeño promontorio desde el que es posible controlar el valle del río Ojailén, "un paso natural que ha sido empleado por el ser humano durante miles de años para penetrar en el Valle de Alcudia", señala Víctor López.

Este arqueólogo encargado de la dirección técnica de las excavaciones, refiere que "en este lugar fue identificado, hace algunos años, este yacimiento arqueológico, bautizado como Cruz de Mayo".

Según las últimas intervenciones arqueológicas, el enclave presenta fases de ocupación relativas a la Edad del Bronce, Edad del Hierro y República de Roma y el proyecto de este año incluye los trabajos de excavación y los relativos a la restauración del conjunto.

Rehabilitación que, según entienden arqueólogos y responsables municipales, "supone el paso previo imprescindible para su futura apertura al público", puesto que el objetivo último de los trabajos es "generar un nuevo punto de interés turístico para la localidad y para la comarca, como motor de desarrollo en una zona afectada por la despoblación".

Así lo explicita también Toledano Dorado, al remarcar que el patrimonio arqueológico constituye "un recurso endógeno, no deslocalizable y, en gran medida, único, ya que no existen dos yacimientos iguales, lo que favorece un desarrollo mucho más sólido y sostenible".

El regidor también valora la importancia de "hacer accesible el yacimiento a la población tan pronto como sea posible", y ya a partir de septiembre se organizarán visitas guiadas cada viernes, guiadas y explicadas por los arqueólogos responsables de la intervención.
También está prevista la organización de charlas y conferencias que permitan dar a conocer los principales hallazgos que se han realizado hasta el momento.